Las soluciones de mantenimiento son tan importantes como los lentes de contacto
Imagen: persona colocandose lentes de contacto
Es decir que la elección de los lentes de contacto nunca se hace de forma aleatoria y supone un estudio de cada caso, no sólo de los parámetros del ojo, el tipo de lágrima, el estado de la córnea, de los párpados y en general de todas las estructuras y tejidos del polo anterior del ojo, sino que también se tiene en cuenta el tipo de vida del paciente, su trabajo, sus aficiones, si practica deportes y el entorno en el que vive.
Del mismo modo, la solución de mantenimiento que se recomienda para limpiar y desinfectar los lentes se elige con base en una serie de condiciones que la hacen la más adecuada para el tipo de lentes que se ha elegido y las condiciones particulares del paciente.
La forma adecuada de limpiar los lentes es frotándolos y después aclarándolos y dejándolos sumergidos en la solución entre cuatro y seis horas. En los últimos años las soluciones únicas que salían al mercado vendían que no era necesario frotar. Bien, pues se ha probado que frotando los lentes se elimina un 90% de los microorganismos que impregnan el lente de contacto, y si después se aclara, el porcentaje se eleva a un 99%.
Los materiales más modernos de lentes blandos son los hidrogeles de silicona tienen gran afinidad por microorganismos como la Acantamoeba y requieren soluciones de limpieza que los eliminen sin alterar la sensibilidad ocular y asegurando confort.
La higiene es fundamental para mantener una buena salud visual. Un 35 % de los usuarios no se lavan las manos antes de manipular los lentes. Y otro tanto ocurre con los estuches portalentes que son un nicho de proliferación de un variado grupo de hongos y bacterias.
Fuente: http://www.visionyoptica.com/
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