Enrojecimiento, picazón, lagrimeo y hasta secreción mucosa del ojo pueden ser los síntomas de una alergia ocular que, tal como sucede con otro tipo de alergias, se desencadena por la presencia de un alergeno.
“Se trata de una respuesta exagerada del sistema inmunológico del ojo, es decir el sistema que lo defiende de los microorganismos, ante una partícula externa o alergeno que en otras personas puede no producir ningún tipo de respuesta”, explicó Alejandro Aguilar, médico oftalmólogo especialista en enfermedades de superficie ocular y Presidente de la Sociedad Argentina de Superficie Ocular.
“Se trata de una respuesta exagerada del sistema inmunológico del ojo, es decir el sistema que lo defiende de los microorganismos, ante una partícula externa o alergeno que en otras personas puede no producir ningún tipo de respuesta”, explicó Alejandro Aguilar, médico oftalmólogo especialista en enfermedades de superficie ocular y Presidente de la Sociedad Argentina de Superficie Ocular.
Para que se produzca la respuesta alérgica es necesario que el ojo se sensibilice al contacto con el alergeno, y esto puede ocurrir en días, semanas, meses o años; por lo tanto una alergia ocular puede despertarse en cualquier momento.
“En nuestros días donde las condiciones ambientales climáticas son extremadamente variables, con fuertes vientos, alta temperatura, humedad y gran contaminación del ambiente, el ojo recibe a los alergenos en mayor proporción y el sistema inmune lo toma como una agresión que debe ser detenida. Mínimas respuestas diarias del sistema inmune hacen que se vaya produciendo una sensibilización sin síntomas visibles, hasta que un día la respuesta se hace más grande y los síntomas alérgicos aparecen”, afirmó el especialista.
La presencia de cenizas volcánicas es otro factor ambiental actual desencadenante de alergias oculares. “Durante los meses de erupción del volcán aumentaron las consultas por alergia fuera del período típico de la primavera. Las cenizas producen sequedad ocular, irritación y un síntoma muy característico como el ardor”, explicó Aguilar. Las cenizas volcánicas no sólo aumentaron las consultas, sino que también incrementaron la demanda de colirios.
Distintos tipos de alergia
Los alergenos más comunes son los ácaros del polvo, el polen, pelos de mascotas, esporas de hongos, hongos domiciliarios (de lugares húmedos como baño y cocina) y los cosméticos; estos elementos pueden no ejercer ninguna reacción en determinadas personas pero en aquellas que son susceptibles puede desencadenar una respuesta alérgica.
Existen diferentes tipos de alergia ocular, están las formas agudas como la alergia estacional (predominante desde el mes de septiembre hasta fines del verano) y formas crónicas, mucho más severas, como ciertas reacciones a las lentes de contacto, las alergias de contacto, la perenne (que se extiende todo el año) y una forma particular de alergia potencialmente grave que es la denominada "conjuntivitis atópica".
Existen diferentes tipos de alergia ocular, están las formas agudas como la alergia estacional (predominante desde el mes de septiembre hasta fines del verano) y formas crónicas, mucho más severas, como ciertas reacciones a las lentes de contacto, las alergias de contacto, la perenne (que se extiende todo el año) y una forma particular de alergia potencialmente grave que es la denominada "conjuntivitis atópica".
La más frecuente es la alergia estacional “se calcula que hay un 23% de pacientes alérgicos oculares a nivel global de los cuales el 88% corresponden a alérgicos estacionales”, comentó el especialista.
Los usuarios de lentes de contacto están más expuestos a manifestaciones de sequedad ocular que de alergias, ya que las lentes pueden actuar incluso como una barrera para el impacto de los alergenos; sin embargo, sí pueden manifestar reacciones alérgicas a las mismas lentes o incluso a los líquidos que se utilizan para su conservación e higiene.
“Los síntomas suelen ser más agresivos que los de una alergia primaveral e incluyen síntomas de disconfort, ojo rojo y ardor”, agregó Aguilar.
“Los síntomas suelen ser más agresivos que los de una alergia primaveral e incluyen síntomas de disconfort, ojo rojo y ardor”, agregó Aguilar.
Tratamiento
La consulta con el especialista ni bien se detecta una molestia ocular es fundamental, “la primera etapa de una alergia ocular, cuando el ojo reacciona al alergeno, se considera un proceso agudo porque es cuando aparecen todos los síntomas. Si no se tratan a tiempo, pueden avanzar y pasar a una etapa crónica donde aparecen los fenómenos inflamatorios y puede terminar en serias lesiones, sobre todo en la córnea”, advirtió Aguilar.
Normalmente las alergias oculares se tratan con productos o medicamentos locales: “Hay una batería enorme de medicamentos para manejar este tipo de alergias. Son colirios antialérgicos, sin cortisona, muy fáciles de colocar y que dan muy buenos resultados. Eventualmente también se puede incluir algún antialérgico de administración oral”.
Aguilar explica también que se trata de evitar la administración de corticoides porque si bien es muy útil para cortar rápidamente el proceso alérgico, en muchos casos hay un uso posterior sin seguimiento o recomendación del especialista que puede derivar en problemas mayores: “es muy común que el paciente guarde el medicamento en el botiquín y luego lo utilice otro miembro de la familia sólo porque tiene el ojo rojo. A partir de ese error, podría ocurrir, por ejemplo, que un niño empiece a usarlo porque tiene los ojos rojos al salir de la pileta y, ese uso sin control del médico puede fomentar a futuro la aparición de problemas visuales como la catarata y el glaucoma”.
Es muy importante la consulta al profesional porque incluso el uso de descongestivos, que quitan el enrojecimiento, pueden aliviar momentáneamente la sintomatología pero no controlar la génesis de la alergia “además de generar dependencia y necesitar cada vez mayores dosis, estos descongestivos no resuelven el foco de la cuestión”.
Recomendaciones para prevenir reacciones alérgicas
> Si ya está identificada la alergia, evitar el contacto con el alergeno que la dispara.
> Evitar ventilar las casas por la mañana y la tarde que son los horarios en los que hay más viento y vuela más polen (uno de los principales responsable de las reacciones alérgicas).
> Usar lentes en la calle, que sirven de pantalla y bloquean la llegada del alérgeno al ojo.
> Usar lubricantes para el ojo (gotas, lágrimas), que pueden limpiar/remover al alergeno del ojo.
> Si en la casa hay mascotas, no cepillar al animal en un lugar cerrado: hacerlo al aire libre.
> Lavarse el pelo por la noche antes de ir a dormir. El pelo acumula los pólenes, los ácaros del día y cuando uno se acuesta eso queda en la almohada.
> Lavar la ropa de cama. Se recomienda dejarla en remojo en agua caliente entre 10 y 15 minutos y luego ponerle jabón en polvo, así se eliminan los ácaros. Si se agrega el jabón antes del remojo puede recubrir al ácaro, protegerlo y no matarlo.
> Evitar cortinados gruesos y alfombras. Elegir lo sintético porque el ácaro ahí no vive.
> Alejarse de lugares donde se fuma, porque eso genera más irritación.
> Lavarse la cara frecuentemente ya que permite eliminar los alergenos.
> Consultar al oftalmólogo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario