Al
empezar el año todos nos marcamos unos propósitos a realizar y entre ellos
deberíamos incluir las revisiones de salud que nos corresponden.
“Oftalmológicamente, una persona sana, sin problemas visuales específicos,
debería someterse a varios exámenes oculares a lo largo de su vida, a fin de
prevenir posibles problemas de visión”, comenta la Dra. Elena Barraquer,
directora médica adjunta del Centro de Oftalmología Barraquer.
Controles en niños y adolescentes
La Dra.
Elena Barraquer recomienda que "si el niño o niña no ha manifestado antes
ningún síntoma y el pediatra no ha indicado ninguna revisión con anterioridad
entre los tres y los seis años es un buen momento para realizar una primera
revisión con el oftalmólogo. Es fundamental realizar este chequeo siempre antes
de los 6-7 años, pues a partir de esta edad el sistema visual madura y no se
pueden solucionar problemas de ojos ambliopes o vagos". Esta visita
preventiva es fundamental porque detrás de un defecto de refracción puede
esconderse un fracaso escolar. A partir de los resultados, el oftalmólogo le
indicará cuando deben realizar los controles oftalmológicos preventivos.
Asimismo,
al final de la adolescencia, hacia los 18 años y al completar el cambio morfológico,
pueden producirse algunos cambios refractivos en la visión que es conveniente
revisar de nuevo.
Revisiones en personas adultas
Hay
situaciones que requieren un control especial como es en las mujeres, después
del parto, en la maternidad. Los cambios hormonales del embarazo y los
esfuerzos del parto pueden llegar a generar patologías oculares por lo que es
aconsejable otra revisión general.
“Otro
grupo especial a tener muy en cuenta son las personas con diabetes”, recuerda
la Dra. Barraquer. Estos deben acudir periódicamente a controles oculares,
mediante examen del fondo ocular con la pupila dilatada, para evitar posibles
lesiones producidas por la Retinopatía Diabética. Es muy importante detectar
ésta lo antes posible porque algunos de los daños causados son irreversibles.
Por ello, es fundamental que aunque no presente ningún tipo de síntoma acuda
para poder actuar si se manifiesta una lesión incipiente.
Visitas al oftalmólogo a partir de los 40 años
En la
década de los 40 años empieza la presbicia, fenómeno que popularmente se
denomina vista cansada, y que afecta a la visión de cerca (lectura) precisando
así de unas gafas para mejorar la visión. Asimismo la oftalmóloga recomienda
“controlar la presión intraocular y la aparición de una enfermedad relacionada
con esta como el Glaucoma. Esta patología se denomina también la ceguera
silenciosa, pues mayoritariamente cursa sin síntomas y cuando el paciente
detecta algún defecto visual el daño ocasionado ya es muy evidente y no es
recuperable”.
También
sobre esta edad, es un buen momento para empezar a tratar las famosas “patas de
gallo”, ojeras, párpados caídos, para rejuvenecer la expresión y la mirada.
Detección precoz de cataratas y degeneración macular asociada a la edad
Por otra
parte, a los a los 50 años, “empiezan a desarrollarse las cataratas, pudiendo
ocasionar pérdidas menores de visión en sus inicios. Las técnicas quirúrgicas
actuales poco invasivas hacen recomendable operarlas lo antes posible ya que a
mayor dureza de la catarata mayor riesgo de inflamación postoperatoria. Una vez
extraído el cristalino cataratoso se implanta en su lugar una lente
intraocular, que, actualmente, puede ser multifocal facilitando una buena
visión de lejos y de cerca, e incluso a media distancia”, describe la Dra.
Barraquer.
Aproximadamente
a partir de los 60 años, puede manifestarse la enfermedad que se conoce como
'Degeneración Macular Asociada a la Edad', que afecta a la visión central,
especialmente para la lectura. Actualmente existen varios tratamientos para
detener su avance y evitar nuevos daños. Por ello, es importante acudir a un
oftalmólogo para detectar la alteración ocular en sus primeros estadios e
instaurar el tratamiento recomendado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario