Una nueva investigación de científicos de la
Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland (UM SOM, or sus silgas en
inglés), en Estados Unidos, ha encontrado que diminutos trozos de fosfato de
calcio pueden ser un importante factor desencadenante de la degeneración
macular asociada a la edad (DMAE), una enfermedad ocular degenerativa que puede
causar pérdida severa de visión y ceguera, según informan los autores en un
artículo que se publica en el último número de 'Proceedings of the National
Academy of Sciences'.
El bioquímico Richard
Thompson, junto con su colega del 'University College London', en Reino Unido,
Imre Lengyel, y un equipo internacional multidisciplinario estudiaron muestras
de la retina de un grupo de pacientes de edad avanzada, algunos de los cuales
tenían DMAE. Estos expertos encontraron que las muestras de DMAE contenían
pequeñas esférulas de un fosfato de calcio mineralizado conocido como
hidroxiapatita o HAP, que es común en el cuerpo, por ejemplo en la parte dura
de los huesos y los dientes, pero nunca había sido identificado antes en el
ojo.
DMAE se desarrolla
lentamente durante décadas, con la acumulación de depósitos de proteínas grasas
en la retina, que provocan daños al bloquear el flujo de nutrientes en la parte
sensible a la luz de los ojos, y la salida de productos de desecho. Los
científicos han sabido sobre estos depósitos durante más de un siglo, pero su
origen sigue siendo un misterio. Thompson y Lengyel descubrieron que los
depósitos parecen formarse alrededor de los pequeños trozos de HAP y, una vez
que aparecen estos trozos, el material proteico graso se une a su alrededor y,
durante años, se acumulan estos glóbulos.
Estos expertos
descubrieron el posible papel de HAP al examinar muestras de tejido de
pacientes utilizando difracción de rayos X y productos químicos de tinción
fluorescentes. "No sabíamos que HAP podría estar involucrado --dice el
profesor Thompson, que es profesor asociado de Bioquímica y Biología Molecular
en College--. Eso es lo que hace este trabajo tan emocionante. Abre un montón
de nuevas oportunidades de investigación".
DMAE recibe su nombre
debido a que afecta a la mácula, el área central de la retina. La mácula es
responsable de la visión aguda y directa necesaria para la lectura y la
conducción. La enfermedad tiende a atacar a personas mayores, más del 11 por
ciento de los estadounidenses mayores de 80 años tienen DMAE y el riesgo de contraer
esta enfermedad es casi del 30 por ciento para los mayores de 75 años. Otros
factores de riesgo incluyen fumar, algunas infecciones crónicas y patologías
inflamatorias crónicas como la diabetes.
Thompson y Lengyel
están estudiando la posibilidad de utilizar la presencia de HAP como una señal
de alerta para el riesgo de DMAE con la esperanza de que esto ayude a la
intervención temprana antes de que los pacientes hayan sufrido una pérdida
irreversible de la visión. Con el tiempo, dicen, puede ser posible idear
métodos para reducir los depósitos de HAP o limitar el crecimiento y la
progresión de la enfermedad. "Creemos que HAP juega un papel clave en este
proceso --sentencia Lengyel--. Ésta es una nueva explicación de cómo comienzan
estos depósitos".
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