La accesibilidad de las páginas web es todavía un gran obstáculo para que los invidentes naveguen sin dificultades por Internet. Por ello, la ONCE trabaja para que la Red esté al alcance de todos.El diseño de las páginas web no está pensado para ciegos
Internet ofrece cada vez más variedad de contenidos. Sin embargo, la mayor parte de esos ellos son visuales, por lo que las personas con resto visual o ceguera total no puedan acceder a toda la Red.
Los programas para hacer frente a las barreras de la Red han mejorado en los últimos años, pero es imprescindible que los programadores y diseñadores web tengan en cuenta a todos los usuarios que puede tener Internet.
Tiflotecnología
La tiflotecnología es la tecnología adaptada para los invidentes (tiflos en griego significa ciego).
En el caso de las personas con resto visual (que conservan algo de visión), el procedimiento consiste en agrandar tanto las letras como cualquiera de los otros elementos que aparecen en el monitor del ordenador. Para ello se utiliza el programa ZoomText, que además de acercar y ampliar la imagen, ofrece la posibilidad de modificar el color de los elementos de la pantalla o la forma del cursor, entre otras cosas. "El objetivo de cualquier programa para personas con resto visual es que la pantalla y todos los elementos que aparezcan en la misma sean lo más cómodas posibles para el usuario", afirman los responsables del aula de tiflotecnología de la sede la ONCE de Donostia-San Sebastián.
En el caso de los ciegos totales, cuando este tipo de usuarios se ponen frente al ordenador lo único que realmente necesitan es el teclado, ni la pantalla ni el ratón les sirven.
"Lo que se utiliza en estos casos es un programa que se llama Jaws. Ese programa lee la información que está en el monitor del ordenador ", explican. Así, en un documento de Word el programa empezará a leer la pantalla desde la palabra "Archivo" y continuará repasando todos los menús, para luego acceder al texto. Además, el teclado tiene una línea braille sólo de lectura en la parte inferior en la que los usuarios también pueden saber lo que está leyendo el programa.
En el caso de Internet, el programa hace lo mismo. "Existen ciertas abreviaturas que entorpecen la comprensión de lo que aparece en la web. Un ejemplo puede ser la abreviatura "eu", que aunque en este caso es fácil de identificar, es mejor para otros casos que aparezca la palabra entera, es decir "Euskera", y, así, será más entendible", aclaran los técnicos.
El diseño debe ser la prioridad
Lo importante para que una página sea más accesible es su diseño. "El programa detecta los encabezados y los enlaces que hay en la página. Por tanto, el tiempo que una persona ciega necesita, por ejemplo, para consultar los diez primeros resultados de una búsqueda en Google es muchísimo mayor que una persona que ve".
Por ello, es importante dividir la página en pocos encabezados y describir cada una de las acciones que se pueden llevar a cabo: "Uno de los ejemplos más significativos para reflejar las barreras con las que se encuentran las personas ciegas al navegar por Internet es que si tenemos un vídeo pero no ponemos un botón donde ponga reproducir Jaws no lo detecta y el usuario no va a saber que ahí hay un vídeo".
Aún así, los responsables de la ONCE de Euskadi son positivos y valoran que en los últimos años la accesibilidad de las páginas web ha mejorado. Sin embargo, "es imprescindible seguir trabajando y ser conscientes de las barreras a las que se enfrentan".
No hay comentarios:
Publicar un comentario