Trabajar para las personas ciegas es el fin que tiene desde 1961 el primer Centro de Copistas para Ciegos Santa Rosa de Lima de Mendoza.
Este centro lo constituye un grupo de personas voluntarias, que sin ser todos ciegos ni tener parientes con esta característica apuestan a la inclusión y a una mejor calidad de vida para las personas que no tienen visión.
Para ello trabajan en silencio y con atención, transcribiendo textos escritos en tinta al lenguaje Braille y realizando grabaciones para luego ser escuchadas por quienes lo requieran.
“Esto es más común y necesario de lo que se cree. Pasamos a Braille manuales, libros de texto, exámenes del colegio o de la universidad, pero también creamos textos clásicos, recetas y hacemos grabaciones recreativas”, cuenta entusiasmada Margarita Vadel, presidenta del Centro.
Ella es ciega, pero eso nunca fue un impedimento para hacer una vida igual a la de todos: participativa y solidaria. Por ello, todos los jueves se junta con otros voluntarios a buscar soluciones para aquellas personas con problemas visuales.
El centro de copistas es una especie de biblioteca a la que pueden asistir todos los que quieran o necesiten materiales, ya sea escritos en Braille o grabaciones. “Tenemos pedidos de escuelas, alumnos y también gente mayor que está perdiendo la visión”, cuenta Perla, una de las voluntarias, quien se dedica a copiar textos.
Los materiales son escritos en Braille y las grabaciones se hacen en casete, mp3 o CD, dependiendo de los pedidos y las necesidades.
“Buscamos copiar en Braille todo lo que se pueda, para que no se pierda el hábito de la lectura, de la ortografía, de la gramática, que son muy importantes para los más chicos. Esto no es algo menor, es fundamental no perder la lectura”, agrega Margarita.
En cuanto a las satisfacciones, Katy y su esposo Isac Beiguin hace 27 años que son voluntarios y cuentan: “Lo más lindo es cuando los chicos al otro día de rendir te llaman para decirte aprobamos; otros ya profesionales nos invitan a sus colaciones o nos regalan sus títulos, porque dicen que también son nuestros”.
“Con ellos tenemos mucho contacto, los conocemos y dialogamos para hacer los textos acorde con sus necesidades y expectativas”, dice.
El Centro de Copistas no tiene ningún otro financiamiento más que la colaboración de la Rueda Interna Rotary Club Mendoza Este y lo que aportan algunos voluntarios.
Necesitan ayuda
En total, las personas que trabajan son 4 copistas y 12 grabadores, todos lo hacen ad honórem y sin recursos para generar los materiales de consulta que ofrecen gratuitamente en su sede, que es muy pequeña.
Por ello, lo que más necesitan es una nueva sede donde puedan cobijar todo el material que poseen y que a la vez sea un lugar de consulta cómodo, ya que hoy la oficina es muy reducida para estas tareas (la foto lo muestra).
También sería muy útil para ellos tener una fotocopiadora de Braille, ya que el trabajo manual lleva más tiempo; como también necesitan papel especial para escribir en Braille, grabadores en mp3, CD y computadoras modernas, donde se puedan instalar programas especiales para ciegos.
Arranca curso de Braille
El 8 de abril comenzarán a dictar en el Centro un curso para copistas, del que pueden participar todos los interesados en aprender el sistema Braille. Se realizará durante tres meses, todos los jueves, de 19 a 20, y es gratuito.
Cómo contactarlos
Para sumarse a esta actividad, los interesados pueden comunicarse a los teléfonos: 4223668, 154177446, 154161782, 4238202 o 4292166.
Fuente: http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2010/03/29/nota239739.html
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