Muchas personas se sienten ansiosas durante los días posteriores a una cirugía ocular, especialmente si es la primera vez que se someten a una. Afortunadamente la mayoría pasan por la cirugía y están de vuelta en casa sin darse cuenta. Pero para muchos aquí es donde empieza la ansiedad.
Imagen: cirugía ocular
En comparación con décadas atrás, los cirujanos hoy invierten más tiempo en la consulta preoperatoria y eso es bueno. Nadie debería someterse a una operación hasta que entienda bien los beneficios que se obtendrán, las potenciales complicaciones, y la disponibilidad de alternativas efectivas. Pero hoy se subestima con más fecuencia la consulta postoperatoria.
Muchos pacientes llegan a su casa depués de la cirugía sin tener instrucciones adecuadas. Esto puede ser porque:
■Los cirujanos están muy ocupados y deben atender al siguiente paciente porque el tiempo de la sala de operación es costoso.
■Muchos pacientes reciben sedantes antes de ser operados, por lo que son incapaces de recordar algunas cosas.
■Muchas clínicas dan folletos con las indicaciones preoperatorias y postoperatorias juntas, en aras de la eficiencia administrativa, dejando al paciente abrumado con tantas instrucciones.
Y así, los pacientes tienden a preocuparse sobre cualquier cosas que parece fuera de lo normal después de la operación: si siente el ojo arenoso, dolor ocular o hemorragias, se pregunta si será normal o no.
Nadie quiere sorpresas, especialmente después de una operación ocular. El paciente y su familia deben entender bien lo que puede esperarse despues de la operación; cuáles son los síntomas comúnmente encontrados y cómo manejarlos. Deben preguntar qué hacer si sospechan que hay un problema. En otras palabras, cuándo deben hablarle al doctor.
Finalmente, y esto es realmente importante, deben asegurarse de que tienen el número correcto para llamar si se presenta alguna emergencia a cualquier hora.
Fuente: http://beatrizmayoral.blogspot.com/
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