La Sociedad Española de Especialistas en Baja Visión da sus primeros pasos
Imagen: Carol Camino, del IMO, preside la Sociedad
"Hay que concienciar a los oftalmólogos de la importancia de derivar a los especialistas en baja visión a los pacientes que no pueden tratar”.
La Sociedad Española de Especialistas en Baja Visión (SEEBV) ha iniciado recientemente su andadura, después de plantearse por primera vez su fundación en el año 2005 y de obtener el impulso definitivo en un congreso internacional de baja visión celebrado en 2008 en Canadá. A partir de este encuentro de profesionales, se ponen las bases para formar una Junta Directiva de la Sociedad, de la que actualmente forman parte 25 profesionales y que preside la especialista en baja visión del IMO, Carol Camino (en la foto).
Entre los objetivos de la nueva sociedad, se encuentra la difusión de información sobre la baja visión en España entre profesionales y pacientes. Según explica Carol Camino, “hay que concienciar a los oftalmólogos de que deriven a los especialistas en baja visión a los pacientes que no pueden tratar”.
“En tierra de nadie”
Esta estrategia conjunta es fundamental para impedir que las personas con baja visión queden “en tierra de nadie”, con una total desatención, ya que ni pueden beneficiarse de tratamiento médico o quirúrgico, ni, en la mayoría de los casos, están censadas como invidentes, lo que las excluye de la atención que diferentes organizaciones prestan a este colectivo. En España, por ejemplo, para que una persona tenga acceso a la cobertura de prestaciones de la ONCE, ha de cumplir, como mínimo, el grado de ceguera legal, es decir, debe tener un nivel de agudeza visual de 0,1. El nivel de AV de las personas que sufren baja visión es de 0,3, justo en la frontera del grado legal de ceguera a partir del cual se puede disfrutar de las prestaciones de la ONCE.
Sin embargo, la baja visión es un problema sanitario que afecta a más personas de las que sufren ceguera.
Aunque las cifras varían según las fuentes, se estima que en España padecen baja visión alrededor de dos millones de personas, y que sólo el 5 % de las mismas están atendidas correctamente. La cifra ronda los 20 millones en la Unión Europea y alcanzaría los 45 millones en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. En España, una de cada seis personas mayores de 65 años sufre pérdida irreversible de visión y el porcentaje crece a medida que aumenta la edad. De hecho, se prevé que en los próximos 20 años, el número de personas con deficiencia visual sea un 25% más elevado.
Recuperar autonomía
La labor informativa de la Sociedad pretende llegar también a los propios pacientes, “a los que hay que explicar muy bien en qué consiste la baja visión para que se sientan aludidos, sepan que hay opciones para mejorar su calidad de vida y, finalmente, que sepan a dónde acudir”, afirma Carol Camino. Según la presidenta de la SEEBV, “la mayoría de las personas afectadas por la baja visión les queda una punta de visión que puede ser aprovechada y potenciada de manera que, en muchos casos, pueden recuperar la independencia y autonomía”.
Tropezarse con regularidad, ser incapaz de leer los carteles de la calle, tener dificultad para distinguir y escoger los colores de la ropa, no ver bien de cerca al cocinar, leer con dificultad o no poder leer ni poder arreglar las cosas de la casa, no reconocer las caras de personas conocidas o, incluso, creer que la luz artificial es más tenue que antes, son indicios que alertan a quienes los experimentan de que pueden padecer baja visión. “Si una persona no ve con suficiente calidad como para manejarse con independencia en su vida cotidiana, sufre baja visión”, concluye la especialista del IMO.
Entre las patologías oculares más predominantes que causan discapacidad visual destacan las maculopatías, especialmente la DMAE; la miopía magna, las patologías del nervio óptico, como el glaucoma, y la retinopatía diabética.
Investigación y coordinación
Otro objetivo importante de la SEEBV es promover la investigación, especialmente a través de la financiación de laboratorios en baja visión, que actualmente funcionan en países como Estados Unidos, donde la especialidad cuenta con más de 30 años de tradición. En Europa, sin embargo, la especialidad empezó a cuajar hace unos 15 años.
La nueva Sociedad aspira a lograr una mejor coordinación entre los especialistas españoles, mediante un censo de profesionales y mediante la creación de protocolos de actuación comunes, como, por ejemplo, los métodos de medición de la agudeza visual. En España hay cerca de 40 especialistas en baja visión, ópticos-optometristas especializados en este ámbito. Sin embargo, la especialidad es multidisciplinar, ya que además de a ópticos-optometristas, también implica a oftalmólogos, médicos generales, farmacéuticos, psicólogos y neurólogos.
Durante el año 2009 y lo que llevamos de 2010, la Sociedad Española de Especialistas en Baja Visión está realizando una labor de difusión de su creación en foros relacionados con este campo, una primera etapa que culminará con la presencia de la nueva Sociedad en el 1er Congreso Internacional de Rehabilitación Visual.
Fuente: http://imo.es/magazines/pdfs/
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