Un invidente puede trabajar, pero necesita que le orienten.
Matilde Gómez Casas ha tomado las riendas como delegada territorial de la ONCE en Asturias. Es un paso más en una larga trayectoria dentro de la fundación que le cambió la vida y que le dio una oportunidad para entrar a formar parte del mercado laboral, un reto que se le tornaba muy difícil desde que la retinosis pigmentaria que padece empezó a dejarla casi ciega. Su inseparable perro, «Denis», y sus ganas de superación fueron fundamentales para darse cuenta de que aunque no podría dedicarse a ser técnico de educación infantil, como había estudiado, había otras salidas. En el año 1989 entró a formar parte de la ONCE y orientó su carrera hacía la gestión empresarial de la pequeña y mediana empresa matriculándose en un máster sobre esta materia que le abrió las puertas para trabajar en una de las agencias que la ONCE tiene en España. Tras gestionar las delegaciones de Ciudad Real y Navarra ahora, a sus 44 años, emprende un nuevo reto en Asturias.
-Enhorabuena.
-Gracias. La verdad es que afronto esta nueva etapa con mucha ilusión, me han acogido muy bien en Asturias.
-Como delegada territorial de la ONCE, ¿cuáles son exactamente sus funciones?
-La gestión de los centros de la ONCE es similar en casi todas las comunidades. Me encargaré del circuito del cupón, de la atención a los vendedores y de los servicios a los afiliados. Además, también gestionaré el resto de áreas de juego y los servicios sociales.
-¿Cuáles son los objetivos que se plantea para la ONCE en el Principado?
-Los objetivos son en realidad líneas generales pero queremos fomentar la prestación de servicios a la gente con discapacidad y hacer hincapié en la búsqueda de empleo. Hay muchas posibilidades de que una persona con discapacidad visual trabaje pero hay que orientarles para que sepan cuáles son sus salidas profesiones. Además, muchas veces se pueden adaptar trabajos, y ahí entramos nosotros, por ejemplo una telefonista invidente puede trabajar perfectamente si se le adecuan los medios en su trabajo y ahí entramos nosotros.
-¿Cuales son las enfermedades más comunes que llevan a la población española a afiliarse a la ONCE?
-Las degeneraciones maculares de todo tipo, las retinosis pigmentaria, el glaucoma y las cataratas congénitas.
-¿En Asturias, las afiliaciones son similares a las de otras comunidades o hay algún dato que resaltar?
-Es curioso, pero en comparación con Navarra, Asturias tiene el doble de afiliados y sin embargo la diferencia de población no es tanta, unas 400.000 personas menos en la comunidad foral. También en Asturias hay 600 vendedores de cupones y en Navarra sólo 200.
-¿A qué se debe esa diferencia?
-Pues la verdad es que no lo sé, no sabría decirle, pero lo que está claro es que la ONCE es una fundación muy consolidada a nivel nacional y parece que en Asturias también, los datos son prueba de ello.
-Los niños son una de las franjas de población prioritaria para ustedes. ¿Cómo se trabaja desde la ONCE con ellos?
-Es muy importante la atención temprana, de hecho cuando un recién nacido presenta problemas de visión ya el equipo médico recomienda a los padres que vengan a la ONCE. Entre los discapacitados visuales en Asturias hay 129 niños y nosotros podemos ayudarles mucho. En el colegio, apoyándoles en la formación, trabajando con ellos en las aulas, dándoles ayuda técnica y de materiales, enseñándoles e iniciándoles en el braille.
-Tienen además convenios con las comunidades autónomas en materia educativa.
-Así es, convenios específicos con las consejerías de Educación.
-La crisis, ¿ha pasado factura a la ONCE?
-Obviamente, nosotros tampoco nos hemos librado de los problemas financieros y hemos tenido pérdidas considerables en las ventas, a nivel nacional hemos bajado en torno a un seis por ciento. Hemos tenido que ajustar los presupuestos y también nos hemos visto obligados a cerrar algún centro y a no cubrir alguna plaza que había quedado vacante por jubilación, pero hemos mantenido el servicio y la atención a toda la gente que lo necesita. Hemos recortado gastos comunes y hemos tenido que aprender a ser más operativos.
-¿Qué significó la ONCE para usted?
-Todo. Mi enfermedad avanzaba y cada vez tenía más dificultades. Me afilié a la ONCE cuando todavía no era una entidad conocida como ahora y en el fondo uno nunca sabe cómo van a a ir las cosas, pero en la ONCE encontré todo el apoyo que necesitaba y sobretodo, gracias a ellos, logré un trabajo que puedo desarrollar perfectamente.
Matilde Gómez Casas participó en un acto oficial en Oviedo donde se hizo oficial su nombramiento. También estrenaba cargo Yobanka Cuervo, como presidenta del Consejo Territorial de la ONCE. Ambas anunciaron que esta fundación invertirá 1,5 millones para dar servicio a 1.657 discapacitados visuales en Asturias.
Fuente: http://www.longitudeonda.com/index.php/un-invidente-puede-trabajar/
No hay comentarios:
Publicar un comentario