El grupo de diabetes y metabolismo del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), liderado por el Dr. Rafael Simó, coordinará un consorcio europeo que investigará el tratamiento precoz de la retinopatía diabética (EUROCONDOR), la principal causa de ceguera entre personas en edad laboral en los países desarrollados. El proyecto consiste en desarrollar un ensayo clínico controlado en fase II y III que intentará probar la efectividad de la somatostatina, un fármaco neuroprotector, en los estadios iniciales de la enfermedad para prevenirla o retrasar su progresión.
El principal objetivo de este consorcio europeo, que está formato por 18 socios de 8 países y empezará a trabajar a finales de 2011, es estudiar cómo incidir de forma terapéutica en la neurodegeneración de retina que se produce antes de la afectación microvascular y no esperar a estadios avanzados del problema en los que las opciones disminuyen y son más arriesgadas. Con este fin, se utilizará la aplicación tópica de agentes neuroprotectores (brimonidina y somatostatina). El liderazgo del grupo de investigación del VHIR se basa en que fueron los primeros en publicar las claves de la neurodegeneración en los ojos de los diabéticos y demostraron la existencia de un déficit de somatostatina en la retina de estos pacientes.
Imagen: fondo de ojo
En la misma línea de investigación, el VHIR ha descubierto las bases moleculares por las que el fenofibrato es eficaz contra el edema macular diabético (EMD). Aunque la eficacia de este fármaco en la prevención de la retinopatía diabética y en el freno de su progresión, en etapas tempranas, ya estaba probado, nunca se había explicado ni el cómo ni el porqué. Este descubrimiento da más seguridad a los especialistas a la hora de recomendar el uso de este fármaco -el único que ha mostrado efectividad por vía oral para esta patología.
El grupo del Dr. Rafael Simó partía de la hipótesis de que el EMD se producía por un proceso inflamatorio en presencia de elevadas concentraciones de glucosa. El descubrimiento, recién publicado en la revista Diabetología, describe que la principal causa del trastorno es la inflamación y que ésta se desarrolla gracias a que la proteína: interleukina 1B, en el proceso inflamatorio, activa un sensor de energía que tienen las células: AMPK. Esta activación provoca que las células de la retina pierdan su capacidad de efecto barrera y permitan, así, el flujo de líquidos a través de ella, promueven la acumulación y, por tanto, la aparición del edema macular. Finalmente, este grupo ha demostrado que el fenofibrato es capaz de bloquear la activación de AMPK y, por tanto, de controlar la inflamación y detener el edema.
Imagen: Dr. Rafael Simo
El fenofibrato se utiliza desde hace muchos años como fármaco hipolipemiante, es decir, para reducir los niveles de grasas en sangre. Un estudio que buscaba establecer la relación entre la reducción de estos niveles de lípidos producida por fenofibrato en los diabéticos y la progresión de la retinopatía diabética descubrió que el fenofibrato era efectivo en evitar la progresión de esta enfermedad. "De hecho", explica el Dr. Rafael Simó, "disminuía, en un 30%, la necesidad de tratamiento con fotocoagulación con láser, un tratamiento muy utilizado cuando la enfermedad avanza". Aunque, curiosamente, el efecto no tuvo ninguna relación con la reducción de lípidos. Este hecho impulsó los estudios para valorar los mecanismos de acción del efecto del fenofibrato.
La retinopatía diabética y el edema macular diabéticos
La retinopatía diabética es la principal causa de ceguera y pérdida de visión en los adultos con menos de 40 años en el mundo desarrollado y la patología más frecuente en los diabéticos (la padecen alrededor del 80% de pacientes con diabetes de más de 15 años de evolución). Por otro lado, el edema macular, una de las alteraciones incluidas en la retinopatía diabética, es la principal causa de disminución de la agudeza visual en la diabetes tipo 2, que es el tipo de diabetes más frecuente.
El edema macular es una enfermedad del ojo que consiste en la acumulación de líquido en la parte más sensible de la retina, la mácula, y sus síntomas característicos son la pérdida de visión, que puede manifestarse como una percepción distorsionada de las imágenes. Por otra parte, la inflamación tiene un papel importante en el origen del edema macular ya que provoca que las barreras de la retina sean más permeables con la consiguiente acumulación de líquido en su interior, alterando así la visión.
Referencia:
Fenofibric acid prevents retinal pigment epithelium disruption induced by interleukin-1β by suppressing AMP-activated protein kinase (AMPK) activation M. Villarroel, M. Garcia-Ramírez, L. Corraliza, C. Hernández and R. Simó. Diabetologia 2011; 54:1543-53.
Fuente: http://www.noticiasmedicas.es/medicina/noticias/9263/1/El-VHIR-lidera-un-proyecto-europeo-para-el-tratamiento-precoz-de-la-ceguera-por-diabetes/Page1.html
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