QUE CAMBIOS SUFRE UNA PERSONA DESPUES DE LOS 50 AÑOS?
Imagen: persona mayor leyendo
Agudeza visual reducida
La agudeza visual—la habilidad de ver los objetos con claridad —declina en cierto grado después de los 50 años de edad. Por ejemplo, la agudeza visual de 20/30 ó de 20/40 es típica de una persona de 50 años o mayor. Por ejemplo, 20/20 se considera normal; 20/40 indica que la línea que usted lee correctamente a los 20 pies (6 m) puede ser leída por una persona con visión normal desde 40 pies (12 m) de distancia.
Presbicia —Poder de enfocar disminuido
El poder de enfocar es la habilidad de ajustar el foco de sus ojos a medida que la distancia entre usted y los objetos cambia.
La capacidad disminuida del ojo de enfocar a una distancia cercana se conoce como presbicia.
Esta disminución, que se presenta con la edad, resulta del endurecimiento de los lentes del ojo y por el cambio de elasticidad muscular.
Las personas con presbicia frecuentemente tienen que sostener los materiales de lectura a una distancia prudente para poder enfocar lo impreso.
Como la presbicia es una pérdida gradual de la habilidad de ver los objetos cercanos o la impresión pequeña, por lo general no se nota hasta la mediana edad. A ese punto, algunas personas comienzan a experimentar dolores de cabeza u "ojos cansados" cuando leen o hacen otro trabajo cercano.
La presbicia se puede corregir con lentes bifocales o trifocales, para leer o anteojos de alcance continuo.
Luminancia —La necesidad de más luz
La cantidad de luz que llega a la parte posterior del ojo disminuye con la edad. Por lo tanto, las personas mayores reciben luz reducida a través de una pupila más pequeña y densidad aumentada o nebulosidad asociada con los lentes de los ojos envejecidos. Éste es un problema que puede remediarse mejorando las condiciones de la iluminación.
Como promedio, una persona mayor necesita 4 veces más de luz que una persona joven.
Una persona de 80 años y mayor, requiere 10 veces más luz que el joven promedio de 25 años, aunque la cantidad de luz para alguien con condiciones visuales relacionadas con la edad, es una necesidad muy individualizada.
La visión es típicamente buena entre la gente mayor cuando existen óptimas condiciones de iluminación.
Las óptimas condiciones de iluminación incluyen:
Más de una fuente de luz en la habitación
Bombillas de luz con voltaje más alto
Una fuente de luz dirigida hacia el material impreso u otro material.
Sensibilidad a la luz intensa/fulgor
Aunque una persona mayor necesita una luz más brillante, el exceso de luz que brilla directamente o se refleja en los ojos, puede reducir la visión. El fulgor es causado por una luz intensa que se refleja desde superficies brillantes. También puede ocurrir cuando una incapacidad visual hace que la luz que entra en los ojos "salte alrededor" en vez de ponerse en foco.
El fulgor o la luz intensa aumenta la dificultad en distinguir los objetos desde su telón de fondo y limita la identificación de los rostros.
La habilidad de las personas mayores de recobrarse del fulgor o de las luces intensas disminuye después de los 50 años, debido a los cambios en los lentes de los ojos y en la sensibilidad de la retina.
El medio ambiente natural produce gran cantidad de fulgor, el que interfiere con la agudeza visual. La luz del sol es a menudo una causa mayor, tanto interior como exterior.
El papel muy lustroso, como el que se usa en muchas revistas, también puede dificultar la lectura debido al fulgor.
El mejor tipo de iluminación depende del modo en que se usa. Las luces incandescentes son buenas para iluminar las tareas cercanas, mientras que la luz fluorescente es mejor en la iluminación de ambientes.
Una combinación de ambos tipos de iluminación es a menudo la mejor para muchas personas mayores.
Dificultad con la adaptación a la claridad/la oscuridad
La habilidad de adaptarse a la oscuridad disminuye significativamente con la edad. Los cambios normales en el tamaño de la pupila relacionados con la edad, la cantidad de luz que llega a la retina y un engrosamiento de los lentes, dificulta el adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes de la iluminación. Entre los ejemplos familiares se incluyen el ir de un vestíbulo brillantemente iluminado a la oscuridad de un cine, o de un restaurante iluminado débilmente al exterior con una luz solar radiante.
La adaptación a la claridad / la oscuridad es la habilidad de los ojos de una persona de adaptarse a los diferentes niveles de iluminación. Esto involucra los "bastones" y los "conos", que son las células foto receptoras de la retina.
Los bastones contienen un pigmento llamado rodopsina , y son sensibles a la presencia de la luz y el movimiento.
Los conos contienen tres foto-pigmentos diferentes y nos dan el sentido del color y de los detalles.
De noche, los bastones detectan el movimiento de las formas en una luz débil. Si las luces se encienden, los ojos necesitan tiempo para adaptarse a los niveles más altos de iluminación, y los pigmentos de las células cono son activadas.
Los ojos se adaptan con mayor rapidez de la oscuridad a la claridad que de la claridad a la oscuridad.
Las personas con un campo de visión muy limitado, una de las características del glaucoma avanzado, también tienen visión funcional muy limitada cuando la iluminación es débil.
Sensibilidad reducida a la percepción del color y el contraste
El contraste de claridad/oscuridad es producido por la cantidad de luz que es reflejada desde diferentes superficies. Cuanto mayor es la diferencia en el contraste entre un objeto y su fondo, más fácil es de ver.
A medida que las personas envejecen, necesitan contrastes cada vez más agudos y bordes más definidos alrededor de un objeto, para diferenciarlo de su fondo.
El reconocer rostros y objetos en el ambiente que nos rodea requiere la habilidad de ver contrastes, texturas y diseños.
Para leer confortablemente, las personas mayores necesitan material impreso de alto contraste, letras negras nítidas o una página blanca o amarillo pálido.
La habilidad de identificar los colores disminuye con la edad. Los colores que están más cercanos unos de los otros en el matiz, como el azul y el verde o el rojo y el anaranjado, son más difíciles de distinguir.
Reducción en la percepción de la profundidad
La reducción en la percepción de la profundidad, dificulta a una persona a determinar cuán cerca o lejos o cuán alto o bajo esté algo.
La pérdida de la percepción de la profundidad dificulta el manejo de las escaleras y cómo ir de la calle a la acera y viceversa.
La sensibilidad en la reducción del contraste es un factor que disminuye la habilidad de una persona mayor de percibir la profundidad.
La iluminación adecuada, la eliminación del brillo y el uso del contraste en el color, son más importantes para las personas mayores que para las jóvenes.
Flotadores
Los flotadores son pequeñas manchitas que flotan a través del campo de la visión. Las personas generalmente las notan más cuando están en ambientes bien iluminados o en el exterior, cuando la luz solar es intensa.
Los flotadores a menudo son normales, pero a veces indican un problema en los ojos. Los flotadores, acompañados de destellos luminosos, podrían significar desprendimiento de la retina, lo que requiere atención médica inmediata.
Sequedad en los ojos
La sequedad en los ojos ocurre cuando las glándulas lacrimógenas no producen suficiente fluido lubricante.
La condición puede ser incómoda, causando escozor, ardor, sensación de aspereza o hasta la pérdida de parte de la visión. Un médico oculista puede sugerir el uso de un humectador en el hogar y/o gotas para los ojos que compensen la falta de lubricación natural.
Fuente: http://noah-health.org/
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