La foveosquisis miópica consiste en una separación de las capas de la retina que puede afectar al 9-20 % de ojos con alta miopía y estafiloma posterior.
Imágen: foveosquisis miópica
Se piensa que la causa principal de esta enfermedad es la tracción del vítreo o de una membrana epirretiniana . La presencia de un estafiloma posterior con el consiguiente estiramiento, particularmente evidente a nivel de los vasos retinianos no extensibles, es considerada un factor secundario.
Una vez desarrollada puede afectar la función visual y en algunos casos resultar en la formación de un agujero macular y desprendimiento de retina.
Una de las series más largas publicadas (29 ojos) hasta la fecha ha sido la de Gaucher y colaboradores (Am J Ophthalmol, 2007). Aunque es un estudio retrospectivo, desde nuestro punto de vista, ha aportado importantes datos acerca de la evolución natural y las indicaciones quirúrgicas de dicha enfermedad al haber hecho un seguimiento prolongado mediante OCT (una media de 31,2 meses) de dichos pacientes.
Encontraron los siguientes hallazgos:
-Una estructura premacular (membrana epirretiniana o hialoides posterior engrosada) en 44,8 % de los ojos (flecha delgada en un caso atendido en nuestra clínica)
-Un desprendimiento foveal en 34,56 % (flecha gruesa)
-Un agujero lamelar en 20,7 %
-Foveosquisis aislada en 13,8 %
Durante el seguimiento, de los 29 ojos, la agudeza visual empeoró en 20 y permaneció estable en 9 ojos.
De los 20 ojos en los que empeoró la agudeza visual, 10 de ellos tenían una estructura premacular.
Ocurrió un agujero macular en 9 ojos. 6 de estos ojos habían presentado previamente un desprendimiento foveal.
Como conclusiones establecen que la foveosquisis miópica puede permanecer estable varios años sin afectarse la agudeza visual. Sin embargo, cuando se combina con la presencia de un estructura premacular, el riesgo de pérdida de agudeza visual se incrementa y cuando se combina con un desprendimiento foveal, puede desarrollarse un agujero macular (tanto si se operan como si no se operan).
La indicación y el momento de la cirugía (vitrectomía) permanecen controvertidos. Sólo se han comunicado series cortas con mejoría anatómica y funcional, aunque en algunos casos ocurrieron complicaciones severas. En la serie de Gaucher, fueron operados 11 ojos mediante vitrectomía, disección de hialoides y/o membrana epirretiniana y/o membrana limitante interna, más gas endoocular en 6 ojos. En esta serie, la foveosquisis se resolvió en 4 ojos completamente, en 4 ojos parcialmente y en 3 ojos se desarrolló un desprendimiento de retina unas semanas después.
Como hemos comentado en la entrega anterior, aquellos casos que se acompañan de desprendimiento foveal pueden evolucionar hacia un agujero macular miópico. En estos casos, la foveola extremadamente delgada, al ser sometida a fuerzas de tracción tangenciales por una membrana epirretiniana o una hialoides posterior engrosada puede romperse originando un agujero macular.
Como resumen consideramos que deben ser intervenidos aquellos casos que sufren un deterioro de la agudeza visual, en particular si asocian una estructura premacular. Advertiremos siempre al paciente del riesgo de formación de un agujero macular si encontramos un desprendimiento foveal (tanto si se operan como si no).
Siempre hemos de considerar que las ayudas de Baja visión pueden ser de gran utilidad en estos pacientes.
Fuente: http://www.oftalmologiavirgendelmar.es/
Un dato a tener en cuenta:
Muchos pacientes miopes magnos que presentaban disminución visual central, sin neovascularización coroidea y sin otra causa que la justificara, eran «diagnosticados» de coroidosis miópica idiopática. Hoy sabemos que muchas de estas disminuciones visuales corresponden a esta patología macular.
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