Este padecimiento afecta la mácula, zona que se localiza en la parte posterior de la retina especializada en la visión fina de los detalles.
Con la edad, es común escuchar que las personas pierden detalles de su vida, pero no siempre es por falta de tiempo, a veces es a consecuencia de un trastorno ocular conocido como degeneración macular.
Este padecimiento afecta la mácula, zona que se localiza en la parte posterior de la retina especializada en la visión fina de los detalles, que permite, entre otras funciones, leer y reconocer las caras de las personas, señala el oftalmólogo Patricio Rodríguez Valdés.
La degeneración macular asociada a la edad, con siglas DMAE, es una enfermedad que se presenta en personas de más de 50 años con un deterioro de la visión central, es decir, del sector de mayor agudeza visual.
Los principales factores que la desencadenan son la edad y el tabaquismo. También se le han relacionado factores genéticos, ambientales y nutricionales, pero no han sido comprobados, manifiesta.
Por lo general, la afección es leve, pero puede evolucionar a grave, cuando el paciente mantiene la visión periférica, pero es incapaz de distinguir los rasgos faciales de una persona que se encuentra de frente.
Según su fase, la DMAE se divide en seca, húmeda y seca avanzada.
La del tipo seca se manifiesta con puntos amarillos o drusas en la mácula, que son detectados en un examen de retina. Presenta una pérdida visual gradual y lenta. Usualmente es asintomática cuando afecta un sólo ojo. Es la más frecuente, conforma al 85 por ciento de los casos, advierte.
La húmeda, además de presentar puntos amarillos, desarrolla venas anormales por debajo de la mácula, que cuando empiezan a presentar fuga líquida o sangrado inflaman la retina ocasionando la distorsión de imágenes.
Este tipo de degeneración es poco común, pero muy agresiva, representa el 10 por ciento de los casos.
"Los pacientes ven las líneas rectas como curvas, por ejemplo, los marcos de las puertas los ven ondulados", explica, "cuando las venas sangran ven una mancha negra que disminuye su visión".
La enfermedad empieza con la distorsión de imágenes, pero avanza tan rápido que la vista se afecta en cuestión de meses.
Cuando las venas rotas cicatrizan, matan a la mácula que está encima de ellas, lo que propicia la pérdida severa de la visión.
"El problema es tan grave que es la causa más frecuente de ceguera legal (incapacidad para hacer tareas finas), en países desarrollados.
Los pacientes pueden caminar, pero no pueden reconocer rostros, leer ni escribir", señala el especialista.
La degeneración macular del tipo seco avanzado representa sólo el 5 por ciento de los casos. Sin embargo, en este nivel la mácula está tan desgastada que se atrofia, sin que exista algún tratamiento eficaz que lo evite, indica Rodríguez; es un proceso lento que provoca lesiones severas a través de los años.
La degeneración macular afecta los dos ojos, pero no siempre con el mismo tipo", explica,"por lo general, en uno se manifiesta seca y en otro húmeda".
Cuando la húmeda se desarrolla en uno de los ojos, el paciente tienen 35 por ciento de probabilidades de desarrollarla en el otro en un periodo de cinco años.
Los tratamientos están dirigidos a detener la evolución de la enfermedad. El láser se utiliza desde los años 80, pero actualmente existen terapias más efectivas como los medicamentos inyectados directamente en el ojo, que además mejoran la visión.
"La inyección debe aplicarse una vez al mes en el ojo afectado durante dos años", explica.
El proceso es ambulatorio, se realiza en el consultorio y la inyección es indolora, se aplican gotas de anestesia y después se cubre el ojo con un parche durante tres horas para protegerlo del medio ambiente. Se recomienda el uso de gotas de antibióticos por cuatro días para evitar cualquier infección.
"Se han tratado de sacar nuevos esquemas de tratamiento, pero han resultado menos efectivos que la inyección de una vez por mes por 2 años", comenta Rodríguez, "el éxito es impedir que la enfermedad avance".
También se combinan tratamientos como inyecciones y láser para aumentar la efectividad de los resultados.
Evitar el consumo de carnes rojas y aumentar la ingesta de pescados como salmón, atún o sardinas, dos o más veces por semana, reduce el riesgo de desarrollar degeneración macular.
También es recomendable incluir en la dieta vegetales verdes y amarillos, como el chile morrón, así como omega 3 y zinc. Dejar de fumar es indispensable, ya que la nicotina tiene efecto formador de venas.
Toda persona mayor de 60 años debe revisarse con el oftalmólogo por lo menos una vez al año, aún cuando no presente problemas.
"Entre más temprano se detecte la enfermedad es mejor, para detenerla e impedir que afecte la vista", indica.
Fuente: http://www.impre.com/laopinion/vida-estilo/salud/2009/10/19/a-prevenir-la-degeneracion-mac-154839-4.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario