En 1999 la OMS y la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera lanzó el programa Visión 2020-al que adhirió la Argentina a través del Ministerio de Salud de la Nación-cuyo objetivo es erradicar a nivel mundial la ceguera prevenible o evitable. En el año 2006 por resolución número 1250 se creó en el ámbito de la misma cartera ministerial el Programa Nacional de Sanidad Ocular y Prevención de Ceguera y el mismo año por Resolución Nro. 1382 se creó el comité Nacional para la Salud Ocular donde hoy se lleva a cabo el “Programa Ver” destinado a catarata. Este último programa se dirige a facilitar insumos para que personas en condición socio-económica desfavorable tengan acceso a la cirugía de catarata.
Estudio regional
Un estudio publicado en la edición de marzo de 2010 de la revista Ophtalmic Epidemiology –realizado por un equipo internacional de investigadores en el que participó la licenciada Nano y el doctor Van C. Lansingh, Coordinador Regional VISIÓN 2020 Latinoamérica - destaca que si bien en América Latina y el Caribe se ha registrado un aumento de las tasas de cirugía por catarata en el período 2005-2008, un gran porcentaje de personas con discapacidad visual aún no tienen acceso a una cirugía que podría mejorar su calidad de vida. La investigación se realizó en 19 países de la región, entre ellos la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Colombia, entre otros.
“El trabajo demuestra como hallazgo importante que, en promedio en la región se ha duplicado las tasas de cirugía por catarata, pero aún falta mucho por hacer”, subrayó la licenciada Nano.
Consultada por los motivos que explicarían por qué muchas personas que tienen cataratas no acceden a la cirugía, la investigadora indicó que en la Argentina, al igual que el resto de América Latina, las principales barreras son “desconocimiento de que los servicios existen, el costo, el miedo del paciente sobre todo a no tener un resultado exitoso con la intervención y que los servicios no son fácilmente accesibles por geografía o distancia.”
Gran Buenos Aires
Para determinar con mayor precisión por qué muchas personas con ceguera bilateral (ceguera en ambos ojos) por catarata no se operaban para solucionar esa discapacidad, la licenciada Nano y un equipo de colegas realizaron una encuesta en diez distritos del noroeste del Gran Buenos Aires. Los resultados de este trabajo también fueron publicados en Ophtalmic Epidemiology en 2006.
Se les preguntó a las personas con ceguera en ambos ojos (4600 personas mayores de 50 años) por qué no se habían operado. El 32 por ciento de los entrevistados dijo no tener los medios económicos para pagar la operación, mientras que el 21 por ciento respondió “desconocimiento acerca de la catarata”.
Por otra parte, un 18 por ciento de los entrevistados no se operó a raíz de la presencia de contraindicaciones para la cirugía. “Este grupo de personas refieren tener otro problema de salud y afirman que algunos médicos les han informado que la cirugía en sus ojos está contraindicada. En algunos casos es cierto, pero también sucede que para no operar la catarata, algunas obras sociales le dicen al paciente que no se pueden operar por un determinado problema de salud que efectivamente tiene, pero que en realidad no contraindica la cirugía de catarata”, explicó la licenciada Nano.
Por último, el 11 por ciento de los consultados argumentaron que su ceguera era fruto del “destino”. “Este grupo responde ‘Yo soy así, ahora soy viejo y no veo”, indicó la investigadora. Y agregó: “No hubo una diferencia significativa en los obstáculos entre hombres y mujeres.”
Consultada sobre la posibilidad de erradicar la ceguera prevenible o evitable en la Argentina en 2020, la licenciada Nano, afirmó que “es indudable de que en algunas provincias se alcanzará el objetivo, al menos en cuanto a catarata por el número de cirugías que se están haciendo y/o por la composición etarea, pero no en todas, especialmente las más pobres o con menos servicios, al menos que hagamos algo en los 10 años que faltan.” Y agregó que la retina diabética, el glaucoma y la degeneración macular relacionada con la edad son más difíciles de tratar. “Es importante tener en cuenta que la problemática de la catarata permite abordarla en salud publica con altos resultados de costo-efectividad mientras que la problemáticas de la retina son más complejas de tratar y esto dificulta las intervenciones en salud publica”, resaltó la investigadora.
Desde el punto de vista de la salud pública, la investigadora destaca que las patologías oftalmológicas deben ocupar un lugar prioritario dado que su carga aumenta, principalmente, a causa del incremento de la longevidad humana. “Los adultos mayores, en quienes las patologías oftalmológicas impactan fuertemente en la calidad de vida, serán uno de los segmentos de mas población y de mayor crecimiento en los próximos años por lo tanto debemos, sobre todo los profesionales de la salud, colaborar con los gobiernos para que esa población tenga una vida mas saludable y a la vez productiva evitando la dependencia y logrando que esos años sean tanto productivos como estimulantes”, concluyó la licenciada Nano.
Fuente: http://www.bariloche2000.com/
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