La nueva versión 8.50 facilita el que personas con discapacidades puedan acceder a Internet
Desde que despegó en 1995, Opera se convirtió rápidamente en el BMW de los navegadores, según los expertos: han aplicado su lema 'velocidad, seguridad, sencillez' a todas sus actualizaciones. Los diseñadores profesionales han usado Opera durante años para hacer la prueba del algodón a sus páginas web: si se ven bien en Opera es que son perfectas. El navegador noruego no tolera HTML que no cumpla los estándares mínimos de calidad. Opera tiene 22 millones de usuarios en el mundo, número que podría duplicarse en los próximos meses. Desde que ofrecieron su versión gratuita y libre de publicidad se han producido 5 millones de descargas. Por su poco peso, apenas 9 Megabytes, y su capacidad de adaptarse a formatos de pantalla reducidos, el navegador se está situando como favorito entre los usuarios de terminales portátiles como agendas PDA y teléfonos de tercera generación.
Comparación con Firefox
La mayoría de los expertos lo comparan con Mozilla-Firefox. Los dos proyectos están muy a la par en cuanto a prestaciones. Algunos entendidos critican el que Opera no pueda implementar extensiones (plug-in) en la barra del navegador, como buscadores, traductores y otros servicios. Sin embargo, sus admiradores consideran que Opera tiene todo lo que necesitan sin tener que instalar software extra. Los fans de Firefox, por otra parte, consideran más práctico tener un navegador básico y habilitar las extensiones que más les convengan.
Por otro lado, los usuarios habituales de Opera destacan como grandes ventajas su fiabilidad, su poco peso y la facilidad con que se carga. Guillermo Rodríguez, periodista especializado en nuevas tecnologías, subraya que el navegador es "mucho más seguro que cualquier otro, como Firefox y no digamos ya Explorer, y, sobre todo, mil veces más rápido". "Llevo bastante mal que Firefox cargue las fotos en último lugar; Opera, además de cargarlo al mismo tiempo, lo hace más deprisa", explica Rodríguez.
Pero no todo son parabienes. Muchos usuarios acostumbrados a usar Opera opinan que los programadores han fallado en su última versión, teóricamente la que más deberían haber cuidado porque es la que puede llegar a una mayor parte de la comunidad de Internautas (Opera tiene actualmente un 2% de cuota de mercado). "Me ha ido tan mal que me ha obligado a cambiarme a Firefox en el trabajo", asegura Rodríguez, que explica que "hace pocos días han lanzado la versión 9 en pruebas y se asegura en la Red que subsana todos los errores que sufría la anterior".
Alta accesibilidad
Las características de Opera le hacen una herramienta interesante para personas con problemas físicos como discapacidades visuales o manuales. En términos generales, su accesibilidad no tiene parangón entre los otros navegadores. Estos son sus rasgos más destacados:
•Tamaño. Opera es muy pequeño. Ocupa apenas 9 Megabytes frente a los 22 Megabytes de Firefox y consume pocos recursos. Para el internauta, eso significa que tarda menos de un segundo en abrirse y la navegación es asombrosamente ágil.
•Servicios integrados. Opera integra un servicio de correo electrónico, otro de mensajería instantánea y el servicio con canal P2P que permite descargar y compartir archivos de la Red a gran velocidad. Algunos usuarios consideran que, más que una ventaja, integrar un cliente de correo en el navegador es un defecto de fábrica.
•Voz. Una de las novedades más llamativas de la versión 8.0 fue el sistema de reconocimiento de voz (VoiceXML). Según sus responsables, no es sólo para personas con problemas de visión. "La gente no siempre está en condiciones de usar el teclado o el ratón y este sistema", explica Berit Hanson, portavoz de la empresa, "es el primer paso hacia una relación más natural entre el usuario y su ordenador." La empresa ha utilizado un software de IBM que, a diferencia de otros sistemas de activación por voz, no necesita de entrenamiento previo para reconocer la voz del usuario y obedece hasta 50 comandos.
•Accesibilidad a los textos. Otro detalle interesante es el aumento de tamaño de los textos, que facilita mucho la lectura a personas con problemas de visión. A diferencia de Firefox o Explorer, Opera lo hace de manera proporcional, tratando la página como un todo, como si nos acercáramos el periódico a la nariz. Puede magnificar las páginas hasta diez veces. Esta peculiaridad combina maravillosamente con su "Small Screen Mode" (modo de pantalla pequeña), que convierte Opera en un navegador idóneo para el PDA o el móvil y otros dispositivos de pantalla reducida. La página siempre se ajusta a los márgenes y el zoom proporcional imita al de los sistemas de edición de imagen como Gimp o Photoshop.
•Atajos de ratón. (Tools > Preferences >Advanced >Shortcuts) Lo que llaman gestos del ratón ("Mouse gestures") es una colección de atajos de ratón que simplifican las órdenes sin pasar por el teclado. Por ejemplo, recargar una página describiendo una U invertida; maximizarla con una L o volver a la página inicial haciendo doble click en una página en blanco. En Firefox, esta habilidad que tanto gusta a los 'Operómanos' es una extensión.
•Estilo. (View > Styles menu) Hace años que los usuarios de Opera pueden ver una página web como más les guste; según el diseñador o de acuerdo a sus preferencias (tipo de letra, color, tamaños, etc). Desde hace poco, también pueden cargar una lista de hasta doce estilos predeterminados y cambiar el aspecto de las páginas visitadas según necesidad, curiosidad o capricho.
Fuente: http://www.consumer.es/
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