La pequeña que vive en La Reducción, Rivadavia, se integra a sus compañeros de escuela a través de las nuevas tecnologías.
Imagen: Milagros sonríe, porque su amiguita sopla sobre sus ojos.
Foto: Walter Talotti.
Milagros tiene 5 años y es ciega de nacimiento. Por nada del mundo quiere faltar a clases a su escuela que está a 15 cuadras de su casa. Todos los días la lleva su mamá, Estela, en micro o en bicicleta, según como esté el bolsillo familiar o se le ocurra pasar al ómnibus local.
Milagros va por la mañana al jardín Campanita de la escuela Maestro Alberto Acevedo del distrito La Reducción, un hermoso lugar del departamento de Rivadavia, a 70 kilómetros al este de la Ciudad de Mendoza.
Es muy independiente: ella solita se viste en la mañana y sirve la mesa a la hora de la cena sin que nada se le caiga de las manos.
Nació prematura el 20 de agosto del 2003 y a los quince días su mamá recibió la noticia: su pequeña era no vidente. Sin embargo, Estela la describe inquieta: "Yo tenía miedo cuando comenzó a caminar pero nunca le pasó nada".
Tiene siete hermanos, 6 mujeres y un varón. La mayor tiene 24 años y está casada al igual que la segunda. Su papá es Fabián Giménez, tiene 53 años y es contratista de viña.
Impedida de utilizar los clásicos cuadernos de papel, cambió el soporte físico y está aprendiendo a manejar una notebook. Es su cuaderno digital. Además, todo en el jardín se adaptó para recibirla: desde los contenidos hasta el abecedario pegado en la pared en que cada palabra está traducida al braile.
Mili se afianza cada día porque avanza en el manejo de su notebook acondicionada para sus necesidades: el teclado tiene pegadas las letras en braile. Incluso, la "compu" le habla: le indica cómo tiene que hacer para escribir.
"Mi Sarmientito" le dice su mamá con un cariño que desborda. Es "porque Milagros no quiere perder ni un día de clases" y agrega que "desde que aprendió a manejar la notebook está muy bien, adelantó muchísimo en la escuela. Se la nota más segura". Además, como a todos los niños, le gusta jugar, cantar y que le lean cuentos.
El programa.
Dieciséis niños y jóvenes con dificultades visuales muy severas o ceguera, Milagros entre ellos, están contenidos por el Programa Tiflotecnología en el Aula, creado hace dos años por el Municipio de Rivadavia y en el que colaboran la Dirección General de Escuelas, el único colegio de educación especial que hay en el departamento y las escuelas de educación común adonde asisten algunos de los chicos.
La iniciativa es coordinada por la ingeniera en sistemas de la información Miriam Scriboni, la licenciada en el área de Ciencias de la Educación María Elena Devito y la profesora en Lengua y Literatura Carina Maranesi. Cuentan con la colaboración de David Villegas, no vidente, quien a través del programa y el cursado a distancia está en el segundo año de la carrera Administración y Gestión, en la Universidad del Litoral.
El objetivo es que cada chico tenga una notebook, aportada por el Municipio, y que con esta tecnología se integre al grupo de pertenencia. Es el único programa en el país que funciona así: no son los pibes los que van a un centro de capacitación, sino que los docentes visitan las escuelas donde estudian los chicos. En sus aulas los capacitan y los integran a sus compañeros.
Cada uno tiene su "maquinita": algunos trabajan con lector de pantalla que les indica los errores y el modo de editar el texto, otros tienen caracteres magnificados o cuentan con un alto porcentaje de contraste en las pantallas.
Todos los chicos contenidos por Tiflología en el Aula hacen las mismas actividades que sus compañeros sólo que cambiaron el soporte en papel por uno digital. Los docentes están capacitados y corrigen la tarea en la misma computadora del alumno.
Este es un video
Fuente: http://www.elsolonline.com/noticias/view/22759/milagros--una-nena-ciega-de-5-anos--enfrenta-la-vida-junto-a-su-notebook
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