Catedrático de Oftalmología desde los 32 años, lleva practicadas cerca de 40.000 intervenciones quirúrgicas oculares Personalidad de reconocido prestigio internacional en el campo de la Oftalmología, el doctor Jorge Luciano Alió Sanz atesora una gran diversidad de cualidades, vinculadas directa o indirectamente con su ingente actividad profesional.
Imagen: Jorge Alio, caricatura
Nacido en Caracas el 4 de abril de 1953, por hallarse sus padres circunstancialmente residiendo en la capital venezolana, su familia ya sabía de éxodos desde antaño debidos a militancias carlistas, siendo su tatarabuelo, el teniente Pau Alió, quien tomara en un considerado 'audaz asalto' la casi inexpugnable plaza de Morella el 28 de enero de 1838.
Sus orígenes son catalanes, de la comarca tarraconense del Alt Camp, uno de cuyos municipios, de donde procede el apellido, se llama precisamente Alió. Pero su padre nació en Madrid y allí quiso que se trasladara nuestro personaje cuando sólo contaba con siete años para iniciar sus estudios en el colegio de los Jesuitas.
Una vez concluido el Bachillerato inicia la carrera de Medicina, licenciándose con nota media de sobresaliente en la Universidad Complutense en 1976 y doctorándose en la misma cuatro años más tarde, obteniendo sobresaliente cum laude en su tesis. En este mismo 1980 concluye la especialidad de Oftalmología en la madrileña Clínica de la Concepción de la Fundación Jiménez Díaz y marcha a Zaragoza como médico adjunto por oposición en el Hospital Miguel Servet.
Tras dos años de estancia en la capital aragonesa y como él manifiesta «por razones académicas y a golpe de oposición», se traslada a Salamanca ya como jefe de sección en el Hospital General Universitario donde trabajará hasta 1986.
Paralelamente va desarrollando su actividad docente que inicia nada más concluir la carrera en 1976 como profesor ayudante de la Universidad Autónoma de Madrid, impartiendo clases prácticas. Luego sería también en la Universidad de Salamanca profesor ayudante durante los años 1982-83 y desde este último, profesor adjunto numerario.
Antes de cumplir los 33 años obtiene la cátedra de Oftalmología de la Universidad de Alicante cuya Facultad de Medicina se encuentra desde 1997 adscrita a la Universidad Miguel Hernández, dirigiendo desde su incorporación la división de Oftalmología del departamento de Patología y Cirugía. Su juventud y procedencia foránea le reportan encontrarse con cierta actitud hostil que le impide el poder ejercer la medicina pública en Alicante como ya había sucedido en los anteriores destinos.
Pero no se arredra, funda y dirige en 1987 el Centro para la Prevención de la Ceguera y comienza su actividad profesional en el campo privado. Pasa consulta en la entonces Clínica San Carlos, autocapitalizándose, ganando prestigio poco a poco y atrayendo para sí a otros compañeros.
En 1995 crea el Instituto Oftalomológico de Alicante y la Fundación Jorge Alió mientras ya en 2004 gesta VISSUM Corporación Oftalmológica. En los momentos presentes posee 43 clínicas repartidas por España y una unidad de gestión de pacientes radicada en Kuwait por la cantidad de enfermos que acuden a su consulta desde el Golfo Pérsico y otros muchos países del mundo árabe. Hay que tener en cuenta que el 10% de los pacientes que recibe es extranjero, destacando también los ingleses, alemanes y aquellos procedentes de los países escandinavos.
El Instituto Oftalmológico de Alicante mantiene convenios de investigación con universidades e instituciones públicas de España, Estados Unidos, Egipto y Cuba, siendo el único centro de cirugía ambulatoria y el primer centro oftalmológico de la Unión Europea que ha alcanzado las calificaciones de calidad U.S. Joint Commission on Acreditation of Halthcare Organizations en 1999 y el ISO 9001 en el año 2001. Resultaría interminable extendernos en su carrera investigadora, la presidencia de diversos congresos internacionales de Oftalmología, ponencias, publicaciones, pertenencia a 26 sociedades científicas de todo el mundo, cargos honoríficos, premios y distinciones.
Calcula que habrá realizado cerca de 40.000 intervenciones quirúrgicas oculares, estando lógicamente al día en los últimos avances oftalmológicos que le llevan a emplear los distintos tipos de láser de última generación para la corrección de deficiencias visuales así como los más modernos tratamientos en dolencias del tipo de la degeneración macular hasta hace unos años totalmente irreversible.
Por sus vínculos con el cerebro, ve difícil que se pueda llegar algún día a inventar un ojo artificial pero sí cree en la regeneración de tejidos de un modo armónico que permita sustituir parte de un ojo dañado por esos nuevos tejidos. Hay que tener en cuenta que en el campo oftalmológico se viene practicando una medicina regenerativa donde se interviene de manera no agresiva para restaurar lo enfermo sin daños colaterales.
Una función imprescindible dentro de su concepto de la medicina, como oftalmólogo concienciado con la labor social para con los menos favorecidos pero también como humanista amante de la cultura, en concreto de la historia y las bellas artes, es la de la Fundación que lleva su nombre, impulsora de campañas altruistas dirigidas a los escolares de la provincia de Alicante para detectar y erradicar los casos de ambliopía u ojo vago, o esa ejemplar tarea que se lleva a cabo en Nouadhibou, la segunda ciudad de Mauritania, a donde acude el doctor Alió periódicamente, encabezando expediciones quirúrgicas, habiéndose inaugurado el 29 de marzo del presente año la primera unidad de asistencia oftalmológica de esta zona deprimida donde la Fundación cura y devuelve la visión a cantidad de enfermos que de otro modo quedarían irremisiblemente ciegos.
En África, donde se soporta la injusta miseria con una enorme dignidad, según testimonio del propio Jorge Alió, éste se siente vocacionalmente realizado, valora en su justa medida el privilegio del status social y el confort en el que se mueve, desarrolla su sentimiento como médico al servicio de todos, los que tienen y los que no tienen, y vive experiencias tan enriquecedoras que el que va con él, quiere volver pronto.
En un plano estrictamente artístico, la Fundación organiza, bajo la denominación genérica de 'Miradas', certámenes de pintura tanto de ámbito nacional como dirigidos a Hispanoamérica que poseen una enorme repercusión lo mismo que otras actividades de tipo cultural pero también de prevención de la ceguera.
Amante, como hemos visto, del arte, es un gran coleccionista que gusta tanto de atesorar obras procedentes de civilizaciones clásicas de la Antigüedad como muestras plásticas vanguardistas. Para él la pintura es la admiración de la belleza bien concebida, una plasmación del sentimiento y el espíritu que perviven en el tiempo.
Deportista nato -su padre fue nadador olímpico- practica tanto la natación como el atletismo y el tiro de precisión o la gimnasia. Se levanta a las cinco y media de la madrugada para ir a correr cuando hace buen tiempo y amanece pronto, o bien para ejecitarse durante los meses fríos en el gimnasio que tiene montado en su casa. Por la apretada agenda que lleva a diario, le resulta muy difícil hacer deporte en equipo, aplicándose el aforismo de Juvenal 'mens sana in corpore sano' ya que le sirve de terapia, de relajación para afrontar el trabajo e incluso de momento para planificarlo en soledad.
Posee igualmente un acendrado espíritu familiar. De su primer matrimonio, su hijo Jorge ya es médico y se encuentra realizando la especialidad, cómo no, en Oftalmología; al ser un buen y comprometido estudiante, por lo que queda garantizada la continuidad de la saga. Su hija Maika ha derivado la actividad profesional hacia temas de empresa y gestión.
De su segundo matrimonio, tiene igualmente otra pareja de vástagos, Fernando y María Lucía, aún pequerños para saber sus gustos de cara al futuro. Y precisamente su mujer, María López Iglesias, es una gran y comprometida aliada que no sólo le sirve del necesario apoyo afectivo como madre y esposa sino que colabora en el proyecto como presidenta de la Fundación Jorge Alió a la que se entrega con entusiasmo y dedicación.
Siempre con la avenida de Dénia como referente de su labor médica, lleva el doctor Jorge Alió un cuarto de siglo en Alicante, prestigiando su valía profesional, enseñando, curando y siendo mecenas de obras que siempre serán muy bien vistas. A ello se dedica.
Fuente: http://www.laverdad.es/alicante/v/20100718/provincia/jorge-alio-solo-para-20100718.html
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