Un estudio presentado en la ADA, y que se publica hoy en la edición electrónica de New England, ha concluido que el control intensivo de glucosa y la combinación de terapia lipídica con un fibrato y estatinas redujeron la progresión de la retinopatía diabética.
Los resultados, que se publican hoy en la edición electrónica de The New England Journal of Medicine, han concluido que el control intensivo de glucosa en sangre redujo la progresión de retinopatía diabética en comparación con el control de glucosa estándar, y la combinación de terapia lipídica con un fibrato y estatinas también disminuyó la progresión de la enfermedad en comparación con la terapia de estatinas sola. Sin embargo, el control intensivo de la presión arterial no proporcionó beneficios adicionales a los pacientes en comparación con el control estándar de la presión.
Los investigadores, coordinados por Emily Chew, jefe de Ensayos Clínicos de la División de Epidemiología y Aplicaciones Clínicas del Instituto Nacional Oftalmológico, de Estados Unidos, han afirmado que su trabajo indica que "el control glucémico y el tratamiento con fibratos añadidos a la terapia con estatinas reducen por separado la progresión de la retinopatía diabética".
El conocido ensayo clínico Accord incluyó a 10.251 adultos con diabetes tipo 2 que estaban en riesgo de sufrir un ataque cardiaco, un ictus o muerte cardiovascular. El estudio evaluó tres estrategias intensivas en comparación con tratamientos estándar para reducir los riesgos cardiovasculares asociados a la diabetes. El Estudio del Ojo Accord implicó a un subgrupo de 2.856 participantes y los científicos analizaron los efectos de las estrategias terapéuticas en vasos sanguíneos en el ojo mediante la identificación de la progresión de la retinopatía diabética más de cuatro años.
En un tercio
El equipo dirigido por Chew ha hallado que, en comparación con el control estándar de glucosa en sangre, el control intensivo redujo la progresión de retinopatía diabética en un tercio, del 10,4 por ciento al 7,3 por ciento, en cuatro años. Los participantes del grupo de control intensivo tuvieron un nivel medio de hemoglobina glucosilada del 6,4 por ciento, cercano a valores en sujetos sin diabetes. El grupo de control estándar de glucosa en sangre mantuvo un nivel medio del 7,5 por ciento.
Según Paul Sieving, director del Instituto Nacional Oftalmológico, "ensayos clínicos previos han mostrado los beneficios del control intensivo de glucosa en la ralentización de la progresión de la retinopatía diabética en pacientes con diabetes de tipo 1 o individuos recién diagnosticados de diabetes tipo 2. El Accord amplía estos hallazgos a una población más grande".
La combinación de terapia lipídica con fenofibrato más simvastatina redujo la progresión de la retinopatía diabética en un tercio, del 10,2 por ciento al 6,5 por ciento, en cuatro años.
Por otro lado, los autores del estudio no han hallado diferencias en la progresión de la retinopatía diabética entre los participantes tratados con una presión sanguínea sistólica intensiva de menos de 120 mm Hg en comparación con aquéllos tratados con una presión estándar de menos de 140 mm Hg.
Fuente: http://endocrinologia.diariomedico.com/2010/06/30/area-cientifica/especialidades/endocrinologia/dos-terapias-podrian-ralentizar-la-retinopatia-diabetica-en-dm2
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