Las revisiones oculares a partir de los 50 años pueden prevenir la degeneración macular, según experto
Esta enfermedad es la principal causa de ceguera y a partir de los 75 puede afectar a uno de cada cuatro españoles
Imagen: como ve una persona con DMAE
Dicha enfermedad está provocado por la progresiva oxidación del organismo, y los primeros síntomas que determinan la presencia su aparición son una distorsión de objetos y líneas, visión borrosa y disminución de la agudeza visual, alteración de la visión del color, aumento de la sensibilidad a los destellos y visión de un punto o zona oscura en el centro del campo visual.
El problema, como ha reconocido Vivas en declaraciones a Europa Press, es que "cuando el paciente percibe estos síntomas suele ser demasiado tarde". Por ello, es necesario acudir a revisiones periódicas "aunque uno perciba que ve bien", ya que actualmente algunas técnicas de diagnóstico, como los retinografos no midriáticos, que permiten detectar pequeñas acumulaciones de material extracelular de color amarillo o que se depositan en la retina, conocidas como drusas, que pueden ser indicativas de una futura degeneración macular.
Además, los síntomas de la DMAE van evolucionando progresivamente hasta presentar puntos o áreas ciegas en el centro del campo visual. De hecho, según ha explicado este experto, "es la principal causa de ceguera en el mundo".
En España afecta a entre un 2 y 6 por ciento de la población de más de 65 años aunque, a partir de los 75 años, la prevalencia "se dispara" y llega a afectar a entre un 20 y un 30 por ciento de este grupo de edad.
Por ello, insiste Vivas, es necesaria el diagnóstico precoz para poder iniciar hábitos preventivos, sobre todo centrados en la dieta alimentaria y en una mayor protección de los rayos solares.
COMER POCAS GRASAS Y MUCHA FRUTA
Entre las recomendaciones alimentarias, el presidente del Instituto Federópticos insiste en reducir la ingesta de alimentos grasos y comer más frutas, "sobre todo frutos del bosque" como moras, arándanos o frambuesas, y verduras, con especial alusión a las espinacas o el tomate.
Además, Vivas propone otros hábitos saludables que también pueden ayudar a prevenir la aparición de DMAE, como evitar el consumo de tabaco o reducir el sedentarismo. En estudios previos se ha comprobado que con estos hábitos saludables se puede ralentizar hasta en un 25 por ciento la DMAE cuando ya está presente, de ahí que este experto confíe en que "sucederá lo mismo en estadios precoces".
Fuente: http://www.eldigitaldemadrid.es/
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