CATARATAS: PREGUNTAS Y RESPUESTAS
Imagen: ojo, ubicacion de las cataratas.
¿En qué consiste ese problema ocular denominado cataratas?
Desde la óptica oftalmológica, catarata es la opacificación total o parcial que se produce en la zona del cristalino. Como su nombre lo indica, el cristalino es una lente transparente ubicado en el ojo y cuya función primordial es permitir que la luz pase hacia la retina, es decir, la correcta focalización. Al producirse, una catarata restringe la entrada libre de aquella luz y, con ello, ocasiona graves problemas en la visión. Según estudios realizados por expertos, aproximadamente el 48% de los hombres o mujeres que pasan la franja de los sesenta y cinco años comienzan a padecer cataratas. El problema de cataratas puede afectar tanto un ojo como ambos, siendo generalmente una dificultad causada de forma conjunta, en pares (muy pocas veces ocurre en un globo ocular únicamente). Las cataratas son un mal que se va acrecentando a menos que se trate a tiempo y con las técnicas adecuadas.
¿Cuántos tipos de cataratas existen?
Básicamente, podemos hablar de dos clases de cataratas: congénita y adquirida. La primera es producida por causas hereditarias. En el caso de la segunda, que ciertamente es la más común, está dada por la edad y causada por acumulación de células muertas en las lentes naturales de los ojos. Dentro de las cataratas adquiridas se puede efectuar una subcategoría: senil, traumática y diabética.
¿Qué síntomatología presentan las cataratas?
A diferencia de lo que ocurre con la visión, los síntomas de las cataratas sí son claros. He aquí una lista con el detalle de las señales más comunes: visión borrosa o nublada, modificaciones en la percepción de los colores, dificultades para observar objetos brillantes o luz, visión doble, mejoría de la visión de cerca, vista cansada, etc. Generalmente, salvo algunos de los casos nombrados anteriormente, calquier cambio en la vista que sea determinante y se produzca sobre edades avanzadas, puede ser un alerta para revisar con un oftalmólogo si, en verdad, no se trata de cataratas.¿Cómo se diagnostican las cataratas?
Para comprobar si efectivamente se trata de cataratas, es decir para detectar la enfermedad, es necesario realizar un examen óptico completo que incluya algunas pruebas como agudeza visual, tonometría y dilatación de las pupilas. Como ocurre en todos los casos, el diagnóstico temprano ayuda muchísimo para el control de las cataratas, por lo tanto es recomendable acudir con un profesional apenas comienzan a manifestarse los primeros síntomas (también es importante visitar con regularidad a un oftalmólogo para mayor tranquilidad).¿Cómo se tratan las cataratas?
No existen demasiadas opciones en cuanto al tratamiento de esa problemática ocular.
Desde hace ya varias décadas, la operación quirúrgica llamada facoemulsificación representa uno de los métodos más efectivos para controlar las cataratas.
Este sistema consiste, básicamente, en la destrucción del cristalino y la posterior colocación de un lente intraocular en reemplazo.
¿Qué efectividad tiene la cirugía de cataratas?
Existe un miedo generalizado hacia esta operación pues, si bien según datos arrojados por la ASCRS (Sociedad Estadounidense de Cirugía Refractiva y Cataratas), un 95% de las cirugías de cataratas tienen resultados positivos, los peligros pueden ser serios.Por la naturaleza de la operación, es necesario acudir al mejor de los profesionales en la medida de nuestras posibilidades.
¿La operación es definitiva?
Siempre y cuando la operación haya sido realizado de acuerdo con la graduación correcta, el problema no debería reaparecer. De todos modos, si las cataratas se produjeron inicialmente por problemas relacionados con cuestiones biológicas dadas por el envejecimiento, es problable que en el futuro necesitemos de algún tipo de tratamiento o, como mínimo, el uso de herramientas como gafas. Solo eso.¿Cuánto tiempo dura la intervención?
El procedimiento, si bien no es sencillo, paradójicamente sí es muy rápido: dura tan sólo unos minutos dependiendo de las correcciones que requiere el caso. Además, de ninguna manera requiere preparación previa, y pasada una hora, tras un corto reposo y una primera revisión, el paciente puede abandonar la clínica por su propios medios y retornar a su hogar. Siempre, siguiendo una serie de cuidados, claro.¿Es una operación dolorosa?
Para nada: la operación se realiza mediante el uso de gotas anestésicas (éstas se colocan sobre la córnea) por lo tanto el paciente no sufre dolores ni sufrimiento alguno.¿Cuánto hay de verdad en ese mito que señala que “si se mueven los ojos durante el proceso el paciente puede quedar ciego”?
El láser -que no es la única opción- en todos los casos goza de un sistema de seguimiento para los movimientos oculares. No se corren riesgos de ese tipo salvo casos exagerados o extraordinarios.¿Entonces la operación es sencilla y sin riesgos?
No: si bien es rápida y no provoca dolores, la operación está considerada como delicada y no debe tomarse a la ligera. Más allá de las estadísticas antes presentadas, existen riesgos como en casi cualquier otra intervención quirúrgica seria. En este caso, los peligros abarcan aumento de la presión del ojo, infección, caída del párpado, hemorragia dentro del ojo, edema y, en el peor de los casos, pérdida del globo ocular o ceguera (poco probable).La cuestión no pasa por asustarse sino por tenerle respeto al procedimiento y, siempre, acudir a un profesional de jerarquía.
Fuente. http://www.sobretodosalud.com/
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