La nueva herramienta fue creada por científicos tucumanos y reemplaza a la tradicional tabla optométrica empleada por los oftalmólogos. Se comercializa bajo el nombre FVC100. De mayor precisión y confiabilidad para detectar enfermedades visuales, el sistema permite realizar el seguimiento de cambios en la función visual, evaluar la pérdida de visión, predecir futuros cambios en la vista y evaluar a los conductores de vehículos, entre otras funciones.
Imagen: fotografia de la herramienta
Investigadores tucumanos crearon un sistema informático capaz de medir la función visual de sensibilidad al contraste. Con esta nueva herramienta, los oftalmólogos (aunque también puede ser empleado por neurólogos) podrán establecer la presencia de enfermedades en la visión tales como hipermetropía, en el que la imagen se forma por detrás de la retina.')" >miopías, hipermetropías, astigmatismo o presbicia. Incluso, los avances podrían ser mayores y determinar glaucoma o cataratas.
El hallazgo fue realizado por especialistas del departamento de Luminotecnia, luz y visión de la Facultad de Ciencias Exactas y desde este año se comercializa en todo el país por la empresa tucumana Tecnovinc, con el nombre de FVC100. “Nuestro objetivo fue desarrollar un sistema para la medición de las funciones visuales, en particular, la de la sensibilidad al contraste, incorporando alternativas tecnológicas que permitieran lograr un sistema confiable, versátil y de bajo costo”, señala a InfoUniversidades Luis Issolio, magíster en Luminotecnia de la UNT.
“La agudeza visual se mide con la placa de letras negras sobre fondo blanco -explica la doctora Elisa Colombo, directora del departamento de Luminotecnia- pero, en la mayoría de las situaciones cotidianas, los contrastes son menores que los expuestos en la tabla, donde opera el blanco y negro como valores superiores. Por lo tanto, con este nuevo equipamiento podremos observar una amplia gama de contrastes y en diferentes tamaños”, resume. “La función de la agudeza visual es la que mejor refleja la respuesta espacial global del sistema visual humano e incluye dos variables: tamaños visuales y contrastes. Se define como la inversa del mínimo contraste necesario para que el estímulo sea detectado o contraste umbral”, especifica la especialista.
Principios básicos y características técnicas
El sistema se presenta en un gabinete robusto, que permite su correcto posicionamiento y un traslado seguro. EL FCV 100 es básicamente un generador de estímulos monocromáticos de altas prestaciones, de alta resolución y que supera a la tradicional tabla optométrica. El nuevo sistema permite generar en un monitor redes sinusoidales de cualquier orientación, con frecuencias espaciales que reducen al mínimo el error. Además, puede ser actualizado y reprogramado.
Según explicaron los investigadores, puede adaptarse de acuerdo a las necesidades de la medición que se deba realizar. Por ello, el FCV 100, además de la calibración que se realiza en fábrica, incorpora un proceso de calibración que puede ser efectuado periódicamente en forma rápida. El funcionamiento es muy sencillo: el equipo incorpora curvas de normalidad que permiten la detección de anomalías en la visión de una persona a partir de la comparación con valores de referencia. Así, los resultados de las mediciones son representados gráfica y numéricamente y esos datos son archivados en un formato que permite que puedan ser exportados a otras aplicaciones o bases de datos.
Un amplio abanico de aplicaciones
El equipamiento diseñado por la UNT presenta horizontes ambiciosos. De acuerdo a las proyecciones realizadas por sus creadores, el FVC100 superará los sistemas que se utilizan en la actualidad: “Esta herramienta presenta una mejor relación costo/beneficio, mayor flexibilidad y un mayor grado de precisión en los resultados”. Puede evaluarse el estado de la visión -una de las aplicaciones predominantes en la actualidad- además de medir el rendimiento en la corrección de una persona mediante lentes de contacto, dando una idea más realista de cómo afecta el uso de éstos la visión del paciente.
Los test que se realizan en la mayoría de los países al sacar la licencia de conductor están dirigidos a evaluar la agudeza visual, el campo visual y la visión en colores de los posibles conductores. Sin embargo, la visión de pequeños detalles, así como los problemas para ver los colores, resulta insuficiente para evaluar el rendimiento del sistema visual en una tarea compleja como lo es conducir un vehículo. Es necesario emplear pruebas que evalúen más a fondo la visión funcional y predigan su desempeño en tareas de alta exigencia visual como conducir un vehículo a alta velocidad en condiciones de tiempo desfavorables (neblina, lluvia, nieve).
Carolina Servetto Aráoz
Dirección de Medios y Comunicación Institucional
Universidad Nacional de Tucumán
Fuente: http://infouniversidades.siu.edu.ar/noticia.php?&id=1198
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