De un total de 15 mil personas que necesitan de un perro guía, sólo 200 lo tienen, señaló la directora de la Escuela para Entrenamiento de Perros Guía para Ciegos Institución de Asistencia Privada, Silvia Lozada Badillo.
Imagen: perro guia acompañando a una joven ciega
Entrevistada en el marco de la graduación de los perros de raza labrador “Cookie” y “Dodrick”, que fueron donados a dos personas con discapacidad visual en el estado de México e Hidalgo, expuso que en su escuela se han capacitado a un total de 86 perros.
“Hemos apoyado a 86 personas con un perro, algunas originarias del Distrito Federal y otros del interior de la República, de entidades como Veracruz, Tlaxcala, Tamaulipas, el estado de México, Coahuila, Chihuahua y Hidalgo”, dijo.
Expuso que los perros pasan por tres etapas de entrenamiento. La primera inicia a las seis semanas de vida y es la socialización de los cachorros, etapa en la que se les coloca con una familia voluntaria que lo cuidad y educa durante un año, siguiendo todas las instrucciones que la institución le da.
En tanto, la escuela se hace cargo de los servicios veterinarios que el animal requiere, incluidas sus vacunas y su cirugía de esterilización.
En la segunda etapa, el perro tiene un entrenamiento especializado, y vive en la institución, en las perreras de la escuela, y todos los días sale a trabajar en la calle con un entrenador, con el fin de que se acostumbre al ambiente con el que funcionará como guía.
Así, el perro aprende a desviar los obstáculos aéreos y a subir a transportes públicos, donde aprende a comportarse.
En la última etapa, ya listo para ser guía, vive durante 28 días en la institución con la persona a la que se servirá de guía, bajo la supervisión de un especialista, para que se acostumbren a estar juntos y sepan de qué manera conducirse.
Los requisitos para acceder a la donación de un perro incluyen ser mayor de edad, estar incorporado a una actividad laboral o académica y tener grandes deseos de mejorar su movilidad a través de la guía de un perro.
Por siete años, el perro acompañará a la persona ciega o débil visual y después estará listo para jubilarse, en la casa de una familia que lo quiera adoptar.
La persona, a su vez, puede hacer una nueva solicitud para acceder a otro perro.
La institución tiene 24 perros en proceso de entrenamiento en diferentes etapas, y cuando los caninos pasaron por éste, no todos se gradúan, por no ser aptos.
“Tienen que ser perros alegres, sociables, vivaces, amistosos, que no tengan miedo absolutamente a nada, que tengan el temperamento adecuado para permanecer en la calle a pesar del ruido, del tráfico o de otros perros, así como personas que los puedan distraer o cualquier situación imprevista”, expuso.
La institución cuenta sólo con 76 donadores. “Invitamos a la sociedad en general a que nos apoye con un donativo mensual, no importa la cantidad, y que pueda ser por varios años.
Fuente: ASPREH
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