Las gafas o lentes de sol son mucho más que un complemento de moda.
Imagen: lentes de sol
La montura si la podemos elegir según gusto y normalmente optamos por la que más nos favorece. La calidad del filtro solar es esencial. Utilizar gafas de mala calidad es más perjudicial que no llevar nada. La exposición al sol sin protección puede originar importantes lesiones en la córnea, retina y cristalino, provocando conjuntivitis, la afección más habitual, úlceras crónicas y la aparición prematura de cataratas. Para prevenir las cataratas lo más eficaz es llevar gafas de sol que filtren la radiación UVA y UVB, y a ser posible con protectores laterales que eviten la radiación reflejada en el suelo, paredes, y en algunas partes del cuerpo como la cara y el cuello. La Organización Mundial de la Salud advierte de que el deterioro de la capa de ozono va a incrementar el número de casos de cataratas. Actualmente las cataratas causan más de 17 millones de casos de ceguera al año. Los daños que provocan unas gafas inadecuadas no aparecen en seguida, sino después de algunos años y en la mayoría de los casos las lesiones son irreversibles. Algunos dolores intensos de cabeza y fotofobias anormales (intolerancia y temor anormal a la luz) también están producidos directamente por la utilización de gafas de sol, que no disponen de los filtros adecuados para evitar el paso de la radiación ultravioleta a los ojos.
Cuando nos dispongamos a comprar unas gafas de sol es muy importante tener en cuenta una serie de consideraciones: Es esencial que la adquisición de unas gafas de sol esté supervisada por un especialista de la visión. También es importante elegir las gafas adecuadamente según el uso que se le vaya a hacer, es decir unas gafas validas para la playa no son validas para ir a esquiar. La gafa de sol ideal debe ser neutra desde el punto de vista óptico, cubrir de frente y lateralmente de los rayos nocivos, tener un alto grado de protección contra los rayos ultravioleta, ausencia de rugosidades y bordes vivos, con cristales u orgánicas, nunca de plástico. Las gafas de sol deben permitir una óptima agudeza visual. No debemos dejarnos engañar por el color de las lentes, algunas lentes blancas filtran el 100% de la radiación Uv mientras que otras muy oscuras no filtran correctamente la luz UVA, pero si la visible, favoreciendo una mayor dilatación pupilar y, como consecuencia, un incremento de la radiación UVA que recibe el ojo. Preste especial atención a los niños, su cristalino es casi transparente hasta los 10 ó 12 años, y sus ojos absorben toda la radiación. No les compre gafas de sol de juguete o que no cumplan estrictamente con la reglamentación de la Comisión Europea. Antes de comprar cualquier gafa de sol, compruebe que esté marcada con el sello de la Comunidad Europea y que en la etiqueta figure la clase a la que pertenece o la categoría de su filtro. Si vamos a utilizar gafas para la conducción, estas no deben absorber más del 20% de luz, y no deben emplearse de noche. Las degradadas son muy adecuadas puesto que la parte superior es oscura, evitando que el cielo deslumbre y la parte inferior es más clara, en la zona en que centramos la atención. Además es recomendable el cristal polarizado para eliminar reflejos de la carretera y entorno.
Luego debemos de elegir bien la lente protectora. Hay diversas tecnologías aplicadas a las lentes protectoras:
Filtros de color:
Estos simplemente reducen la cantidad de luz visible que alcanza el ojo evitando el deslumbramiento. Los filtros de color se clasifican según la norma ISO 8980-3 en cinco categorías (0-4) de menor a mayor protección. También apantallan parte de los rayos UVA y UVB con más eficacia cuanto más alta es la categoría.
Filtros UV:
Estos absorben la totalidad de los rayos UVA y UVB.
Lentes polarizadas:
La luz solar vibra en todos los planos, no está polarizada. Cuando se refleja en algunas superficies como el agua, la nieve, la carretera, etc. se polariza, es decir vibra en un sólo plano, generalmente horizontal. Esta luz polarizada parásita es especialmente molesta aun con filtros de color. Se eliminan fácilmente si el cristal está polarizado de modo que elimine la componente horizontal de la vibración. Son recomendables para conducir, esquiar, practicar deportes acuáticos, etc.
Filtros de luz azul (HEV):
La banda del espectro visible de alta energía correspondiente al violeta y al azul también resulta dañina a largo plazo con efectos de envejecimiento y degeneración macular. Existen pues lentes que reducen parte de la luz de estas frecuencias, pero no totalmente para permitir la percepción correcta de los colores.
Tratamientos anti- reflejantes:
La luz que incide desde atrás se puede reflejar en la cara interna de la lente y llegar a resultar molesta. Para evitarlo se pueden aplicar tratamientos anti- reflejantes.
Lentes de alta curvatura:
En este caso hablamos de la geometría de las gafas. Se trata de que tengan la curvatura necesaria para que se adapten a la forma de la cara y reduzcan la cantidad de rayos laterales y traseros que alcancen la cara interior de la lente, permitan además una visión panorámica y protejan los ojos del polvo. Son especialmente indicadas para practicar deporte.
Lentes fotocromáticas:
Se trata de cristales que se adaptan a la radiación UV del ambiente, oscureciéndose proporcionalmente al ultravioleta que reciben.
Espejados:
Los espejos reflejan gran parte de la luz impidiendo que llegue al ojo. Son adecuadas para su uso en ambientes deslumbrantes como la nieve, el mar, etc, especialmente los espejos oscuros.
Leídos todos los consejos anteriores está claro que las gafas de sol hay que comprarlas en establecimientos especializados y que nos garanticen calidad.
Fuente: http://www.urbecom.com/
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