UNA HISTORIA DE VIDA CON MUCHA ENERGIA...
Cuando nací, tenía el ojo derecho morado, este fué siempre el más delicado.
A partir de los seis años en muchas oportunidades tuve que pasarme muchos días en una pieza oscura , ya que cualquier luz me afectaba, también recibí varias operaciones y al ser un caso insólito desde muy chiquita daban clase conmigo...
En la adolescencia tuve una mejoría, hasta podía leer un poco sin cansarme, pero esto no duró mucho...
A los 18 años tuve tuberculosis, luego de curarme de esta afección, seguió con infecciones en las corneas , así fue como empecé a perder la vista del ojo derecho, la cornea se afectó totalmente. En algún momento me hablaron de un autotrasplante ya que había muchas posibilidades de rechazo en un trasplante, acepté... pero no me dió resultado .
A los 33 años así de la nada se me perfora la cornea de ojo izquierdo , quedándome ciega por tres meses, los médicos creían que nunca mas iba a recuperar algo de visión, ....pero como yo soy muy cabeza dura, le pedí tanto a Dios que me devolviera algo de visión. En ese entonces, tenía a mi hija de solo 5 años y solamente me tenía a mi ya que hacía muy poquito que me había separado.
Dios me escuchó y de a poquito fuí recuperando la vista del ojo izquierdo, no mucho solo un 15 por ciento, pero eso me alcanzó para poder disfrutarla mucho y verla convertirse en una mujer hermosa.
A los 37 años me hicieron un trasplante de cornea en el ojo derecho pero lo rechazé y se me soltaron los tejidos.
Hace tres años me operaron una catarata en el ojo izquierdo, al tener la cornea tan estropeada, perdí un poco más de visión...
Pero bueno no estoy triste, siempre las cosas pasan por algo, si a mi no me hubiera pasado esto no hubiera conocido gente tán maravillosa como la que encontré en la escuela San Martín, ellos me enseñaron que yo era capaz de aprender muchas cosas que jamás se me habían ocurrido, por ejemplo todo lo que respecta a computación y además estoy terminando mi secundario.
Esto me enseñó que todo se puede siempre y cuando haya ganas de superarse.
Me despido con un beso muy grande y deseando que esto sirva para decirles a todos ,que mientras uno tenga ganas todo se puede.
Esta historia de vida es de Silvia Ester Fissore, quién sigue luchando y enfrentando la vida, tal como la recibe...
Una felicitación muy grande!!!!!!!!!!!!!!!
Gracias Silvia por tu gran aporte!!!!!
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