Se calcula que alrededor de 70 millones de personas en el mundo padecen glaucoma, una enfermedad ocular relacionada con el aumento de la presión intraocular. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, es la tercera causa de ceguera, tras las cataratas y los defectos refractivos no corregidos.
Y el panorama futuro no es nada halagüeño. “El número de afectados aumentará en los próximos años”, porque la prevalencia es de más del 2% en personas mayores de 40 años, pero aumenta al 10% en mayores de 80 años, y cada vez hay más población envejecida en los países desarrollados, tal como explica Antonio Ferreras, oftalmólogo del servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.
Imagen: El oftalmólogo Antonio Ferreras combina la atencion asistencial en el Hospital Miguel Servet, con la investigación para detectar eficazmente el glaucoma, que padece el 2% de la población mundial
Este médico con sólo 38 años se ha convertido en una autoridad científica en la aplicación de nuevas tecnologías de diagnóstico por imagen en el glaucoma, cuenta con numerosas publicaciones científicas y actualmente su grupo de investigación, con el profesor Luis Pablo a la cabeza, está preparando un proyecto perteneciente al VII Programa Marco Europeo centrado en el Glaucoma, junto a otros cuatro países: Reino Unido, Italia, Grecia y Alemania. Este médico se ha convertido en referente en este campo científico en España, de ahí que recientemente fuera galardonado con el Premio Arruga, una distinción honorífica que concede la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) a los especialistas menores de 40 años con mejor currículum profesional.
Ferreras se empeña con ilusión en hacer que las largas horas que dedica a su trabajo, contribuyan a reducir el impacto de esta enfermedad. Combina la docencia e investigación en la Universidad de Zaragoza con la asistencia médica en el Hospital Miguel Servet. “¿De dónde saca el tiempo?”. “Robándoselo a mi familia”, contesta. Su investigación está centrada en la aplicación de nuevas tecnologías de diagnóstico por imagen en el glaucoma y los beneficiados son los pacientes que pasan por las consultas de Oftalmología del hospital, donde son atendidos con una tecnología muy avanzada y programas innovadores, algunos proporcionados por los fabricantes de equipos americanos y alemanes, que confían en el buen hacer de este científico-médico. Las nuevas tecnologías de imagen “facilitan el diagnóstico y seguimiento del glaucoma, así como el de otras enfermedades maculares y de la retina. Contamos con escáneres, que permiten obtener cortes de la retina in vivo en menos de un segundo. Es increíble, podemos ver las diferentes capas de la retina y otras estructuras oculares con una resolución de 5 micras”, señala este investigador.
Estos avances son más que necesarios porque más de la mitad de esos millones de afectados por glaucoma están aún sin diagnosticar, tal como asegura este experto, dando un dato que hace mucho que pensar y deja en entredicho que la innovación y eficacia no suelen estar presentes en los controles o consultas de oftalmología: algunas de esas personas no diagnosticadas, han visitado un oftalmólogo recientemente.
Imagen: Antonio Ferreras investiga sobre tecnologías de imagen que diagnostiquen eficazmente el glaucoma, enfermedad que va en aumento porque avanza la esperanza de vida en los países desarrollados.
Esta neuropatía del nervio óptico, puede pasar desapercibida cuando se encuentra en un estadio inicial. De ahí que el reto científico sea conseguir que “las pruebas diagnósticas valoren mejor el nervio óptico, porque como el glaucoma suele ser asintomático hasta etapas avanzadas, es fundamental la detección precoz que lo evite o reduzca su progresión”, señala este científico. Distinta suerte tienen los pacientes que van al hospital Miguel Servet, con los citados dispositivos tecnológicos punteros y con un seguimiento que da lugar a estudios científicos por parte del equipo de Ferreras.
Con este punto de llegada o meta, -el de mejorar las tecnologías para un eficaz diagnóstico-, trabaja Antonio Ferreras, que recuerda las graves consecuencias personales que para una persona supone no ver bien y llegar a desarrollar una ceguera. A ello se suman las repercusiones socioeconómicas: “El glaucoma, antes de llegar a la ceguera, puede dar lugar a absentismo laboral, tratamientos médicos y quirúrgicos, estancias hospitalarias,… El coste económico es tremendo”, señala este investigador, Premio Arruga 2010.
Este médico, que fue Premio Extraordinario como Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza en 2003, lleva cerca de 10 años, cuando se encontraba finalizando el doctorado, centrado en investigar sobre el glaucoma con nuevas tecnologías médicas. Desde entonces se ha evolucionado mucho. Atrás quedan las fotografías analógicas y muchos equipos ya han quedado obsoletos. “La situación ha cambiado totalmente”, señala apuntando positivamente que “la investigación está avanzando mucho y se está trasladando a la clínica, donde los pacientes se benefician de diagnósticos y tratamientos más eficaces”. Así, en el futuro habrá un mayor número de personas con glaucoma, pero también la tecnología médica habrá avanzado y se detectarán más casos.
Rosa Castro
Fuente: http://www.aragoninvestiga.org/
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