Las personas albinas carecen de un buen desarrollo ocular desde el vientre materno
Imagen: foto de un niño albinoCristina Villanueva, autora del libro Genética y oftalmología que trabaja hace 15 años en el Departamento de Genética del Hospital Dr. Luis Sánchez Bulnes de la Asociación para Evitar la ceguera en México, señala que el diagnóstico de albinismo lo establece el oftalmólogo, generalmente cuando los padres acuden a él al notar que el niño presenta constante movimiento ocular y además no ve bien.
En todas las variantes de albinismo, las alteraciones oculares son necesarias para el diagnóstico, pues la melanina tiene que ver con algo más que el color; está relacionada con el desarrollo de los ojos en el vientre materno.
La falta de melanina durante el desarrollo del sentido de la vista provoca que el iris, al carecer de pigmento, sea incapaz de regular el ingreso de luz a la retina. Por esa razón las luces brillantes lastiman a las personas albinas.
La deficiencia de melanina también ocasiona falta de desarrollo de la mácula, una parte de la retina importante para la visión central.
La melanina también participa en el desarrollo del nervio óptico, el cual, en condiciones normales, permite que las imágenes de ambos ojos se combinen en el cerebro. Pero al escasear la sustancia, las fibras del nervio óptico no se desarrollan bien, provocando que las imágenes de ambos ojos nunca se combinen. El resultado es una pérdida de la visión estereoscópica o tridimensional.
Fuente: http://mexico.cnn.com/
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