"El no ver, es otra forma de concebir el mundo"
Imagen: foto del Profesor Marcelo CalvoSe llevó a cabo una jornada acerca de "La importancia de los sentidos" en la EP Nº 1, en la ciudad de Saladillo. La misma fue organizada por el Consejo Municipal del Discapacitado.
Junto a la directora de Infancia y Capacidades Diferentes de la Municipalidad de Saladillo, Calvo contó a ABC Saladillo que fue interesante observar las ganas que tienen que aprender los alumnos por las preguntas que le realizaron. "Los chicos nacen hablando y diciendo lo que sienten, son auténticos, los grandes lo vamos cambiando. A mí lo que me encantó el silencio y las preguntas, las ganas de saber".
Calvo mencionó que se les explicó a los chicos la importancia de la vista, que es un sentido de síntesis, y que los demás sentidos van a empezar reemplazarlo a medida que se aprenda a escuchar, a tocar y a oler. También, se hablará con los padres sobre las actitudes de la sociedad no preparada cuando aparecen personas con discapacidad.
El Profesor contó que él es no vidente desde su nacimiento, ya que tiene atrofia en el nervio óptico. Dijo que, cuando uno es no vidente desde que nace, estructura desde el primer momento. "A mí adolescencia me preocupaba mucho los colores. Querían explicarme aplicando los sentidos a partir de otras cuestiones, como los sonidos. Lo que me ayudó un poco es a partir de sensaciones. Nosotros soñamos situaciones, pero sin colores. Es otra forma de concebir el mundo".
Indicó que las situaciones de discriminación se las debe evitar mediante el diálogo y la explicación. "Educar es ejercer influencias y que nunca se debe educar violentamente. Lo que uno tiene que hacer es desinhibirse, es conversar y, algo fundamental, ponerse en el lugar del otro".
También, comentó que le interesó la idea de educar a partir de vivir ciertas experiencias de 'lástima' y desubicación. "Ahí surgió la necesidad de que yo pudiera trasmitirles un mensaje. Por eso, tuve que estudiar y leer mucho".
Dijo que conoció a su mujer en un congreso en Córdoba. Luego de tres años, vuelve a visitar la Escuela de Ciegos y comienzan a vivir distintas experiencias. Pasaron los años y se casaron, a pesar del desacuerdo de sus suegros por no aceptar que su hija se casara con un no vidente. Pasó el tiempo, y éstos se dieron cuenta que Calvo le había dado mucha felicidad a su hija y era buena persona. "Mi suegro me dijo que se había equivocado porque creía que los ciegos no servían".
Fuente: http://www.abcsaladillo.com.ar/
No hay comentarios:
Publicar un comentario