La Sociedad Musical "La Paz" de Sant Joan continúa avanzando en un ambicioso proyecto de integración a través de la formación musical dirigida a personas con discapacidad tanto visual como psíquica.
Imagen: fotografia de Francisco Martínez, al que todos llaman Curro
Aún no son muchos los alumnos con discapacidad visual y psíquica que asisten a las aulas de la escuela de música "Maestro Climent", dependiente de la Sociedad Musical "La Paz" de Sant Joan, pero en el ánimo de la institución está convertirse en centro de referencia a nivel provincial. Los significativos avances de los alumnos que ya acuden a sus clases son el aliciente perfecto para ahondar en este integrador objetivo.
Mar Curt llegó a la escuela el pasado mes de abril y no puede estar más satisfecha. Aunque un tumor en el nervio óptico la dejó sin vista -sólo ve los colores azul y amarillo y sombras- hace doce años, con 34, no ha sido hasta hace muy poco cuando se ha embarcado no sólo en la formación musical sino en el aprendizaje del braille en el que lleva inmersa sólo un mes y ya se sabe el abecedario. Asegura que no se imaginaba hasta qué punto le merecía la pena aprender braille.
En cuanto a la música, "llegué para probar porque me animó una sobrina que estudia en la escuela y enseguida ví que esta gente estaba por la labor de enseñarme. Me lo han puesto en bandeja", comenta Mar antes de iniciar una clase de marimba, un instrumento de percusión parecido al xilófono en el que ya es capaz de reconocer las distancias entre las notas.
Asiste dos días a clases de solfeo y otros dos a percusión. Francisco Clemente, su profesor de marimba y director de la Escuela, asegura que "con buen oído, paciencia, mucha tranquilidad y las ganas que tiene ella está haciendo grandes progresos. No esperaba que en tan poco tiempo fuera capaz de lo que hace". "Yo tampoco", confiesa Mar Curt tras insistir en que "ellos me han facilitado mucho las cosas y por eso estoy muy ilusionada". Además, confiesa que al perder la vista se le ha agudizado mucho el oído. "Debe ser que mi cerebro ha buscado como observar a través del oído", nos comenta.
Fue Mari Pepa Poveda, encargada de las transcripciones a braille de los ejercicios de solfeo para Mar y profesora en el centro de recursos educativos Espíritu Santo de Alicante -perteneciente a la Organización Nacional de Ciegos (ONCE)- la que recomendó la marimba para alumnos con discapacidad visual porque es el único que no tiene tacto, aunque la dificultad radica en tocar con las baquetas. Poveda habla con el mismo entusiamo de este proyecto con el que lo hace el presidente de la Sociedad Musical "La Paz", José Ángel Espinós, o profesores como Trini Torres, quien también trabaja con Mar, y asegura que se trata de una oferta pionera y única en la provincia.
Francisco Martínez, al que todos llaman Curro, asiste a la escuela desde hace cuatro años. Su discapacidad -tiene síndrome de Down- no está siendo inconveniente para que, incluso, acompañe al grupo de los mayores en la percusión en algunos de sus conciertos. Él es otro ejemplo junto con Juan Antonio Devesa -que sufre discapacidad física y visual- de que la integración que se pretende a través de la música es posible. Ambos residen en el Centro San Rafael de Santa Faz y desde allí acuden dos días a la semana a recibir unas clases que les entusiasman y que les han ayudado a avanzar en otras aptitudes, en palabras de sus educadoras.
Fuente: http://www.diarioinformacion.com/
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