En un gran paso adelante para la medicina regenerativa, investigadores japoneses lograron por primera vez convertir células madre de un mamífero en un ojo embriónico.
Imagen: célula madre
Los resultados, publicados en la revista Nature, abren caminos a nuevos tratamientos contra enfermedades de la vista e incluso abren la posibilidad de que algún día se pueda restaurar la vista con retinas trasplantadas, generadas a partir de las propias células madre de un paciente, según otros expertos.
En unos experimentos hechos con ratones de laboratorio, los investigadores, dirigidos por Yoshiki Sasai, del centro RIKEN de biología en Kobe, Japón, empezaron trabajando con células madre pluripotentes, punto de partida de prácticamente cualquier célula especializada en un organismo.
Hasta ahora, se creía que las células madre sólo servían para reemplazar tejidos, por ejemplo de un músculo, un hígado o un corazón, compuestos de un único tipo de células.
También se pensaba que la generación de un conjunto más complejo de células, o de un órgano, sólo era posible mediante interacciones químicas con otros tejidos durante la gestación.
Sin embargo, Sasai y sus colegas, valiéndose de nuevas técnicas de laboratorio, han logrado transformar células madre embriónicas de un ratón en una llamada copa óptica, estructuras tridimensionales que dan lugar a la retina de un ojo.
Sorprendentemente, las células se transformaron por sí solas, sin necesidad de forzarlas a adoptar ninguna forma en particular, indicaron los investigadores.
En el experimento, las células madre, en principio una masa sin patrón alguno, se convirtieron en una forma dotada de dos paredes, correspondientes a las capas interior y exterior de la retina durante el desarrollo de un embrión.
Avance
“Lo que hemos hecho ha sido resolver un problema de casi un siglo en la embriología, mostrando que los precursores retinales tienen la capacidad inherente de generar la compleja estructura de la copa óptica”, añadió
“Estamos en el buen camino para generar no sólo distintos tipos de células, sino tejidos organizados” que puedan emplearse en la medicina regenerativa, según Sasai.
El científico destacó que el hallazgo es especialmente relevante para una enfermedad de la vista de origen genético, la retinosis pigmentaria, que provoca ceguera. La enfermedad ataca la vista dañando la retina, la capa de tejido situada detrás del ojo, que convierte imágenes de luz en señales nerviosas y las envía al cerebro.
Los pacientes aquejados de retinosis pigmentaria sufren una pérdida gradual de la vista porque las células fotorreceptoras, compuestas de conos y bastones, degeneran y mueren.
Desarrollo del ojo en mamíferos
Los científicos registraron por primera vez en tiempo real los estadios tempranos del desarrollo del ojo en los mamíferos, con la particularidad de que las imágenes no provienen de animales vivos sino de un cultivo de laboratorio.
Futuro
Los investigadores están de acuerdo en que el estudio abre nuevos caminos, pero advirtiendo que los ojos de los ratones y los seres humanos difieren, por lo que el objetivo de generar tejidos para el ojo humano aún está lejos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario