La uveítis herpética se refiere a lo que también se denomina queratouveítis herpética. Sin embargo existen casos en los que hay inflamación producida de manera directa o indirecta por el virus del herpes, sin que la córnea esté afectada. Por lo tanto el nombre uveítis herpética parece más apropiado.
Suele tratarse de una uveítis anterior y unilateral de comienzo agudo. El cuadro inflamatorio suele ser de menor severidad al de la uveítis anterior HLA-B27+. Varios signos nos orientarán a su diagnóstico.
El compromiso corneal con una dendrita típica u opacidades corneales debidos a una queratitis herpética previa, orientan hacia el diagnóstico.
La presencia de inflamación en el segmento anterior con precipitados queráticos localizados solamente en un sector del endotelio, la presencia de atrofia sectorial o redondeada en el iris, también hacen pensar en una uveítis herpética.
Tal vez el hallazgo más habitual que nos debe hacer pensar en una uveítis herpética es la hipertensión ocular concomitante con el cuadro inflamatorio. Este aumento súbito de la presión intraocular se debe a una trabeculitis que tiene la característica de responder rápidamente al tratamiento con corticoides tópicos.
Diferentes situaciones etiológicas pueden ser consideradas. Puede haber un zoster cutáneo afectando el territorio del nervio trigémino. Cuando hay afectación del nervio ciliar suele haber compromiso ocular.
Puede haber también una queratitis herpética típica con dendrita, afectación estromal y endotelial y uveítis anterior secundaria.
La última posibilidad es la presencia de una uveítis anterior sin afectación dérmica ni corneal.
Características clínicas
•Zoster cutáneo trigeminal
•Dendrita activa
•Leucomas corneales
•Precipitados queráticos localizados
•Atrofia sectorial de iris
•Atrofia redondeada de iris
•Hipertensión ocular
Diagnóstico
El diagnóstico suele hacerse por las características clínica anteriormente mencionadas. Existe una manera de confirmarlo en aquellos casos en que se lo requiera mediante la obtención de humor acuoso para realizar reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para virus de la familia del herpes. En la práctica diaria normalmente es suficiente con el diagnóstico clínico avalado por una respuesta rápida al tratamiento.
Tratamiento
El tratamiento tiene múltiples variaciones de acuerdo al tipo de uveítis herpética al que nos enfrentemos.
Uveítis herpética asociada a herpes zoster cutáneo: en estos casos el tratamiento consistirá en aciclovir oral para tratar el cuadro cutáneo, además de aciclovir tópico en el caso que hubiera un compromiso corneal. Si hay uveítis anterior deberá comenzarse con esteroides tópicos con una frecuencia variable dependiendo de dos cosas: si hay compromiso del epitelio corneal (2-4 veces al día hasta que ceda la afectación epitelial) y del grado de uveítis anterior.
Uveítis anterior asociado a dendritas epiteliales: se hará en estos casos una combinación de aciclovir y corticoides tópicos, siguiendo los mismos lineamientos que en el caso anterior. No es necesario el tratamiento con aciclovir oral, ya que la penetración en la cámara anterior de este antiviral es mayor por la vía tópica que por la vía oral.
Uveítis anterior herpética sin compromiso corneal: probablemente sea suficiente con el tratamiento esteroide tópico sin necesidad de tratamiento antiviral alguno. Este tratamiento se basa en que la inflamación se produce como una respuesta inflamatoria hacia un antígeno viral sin que haya replicación viral activa en ese momento. La experiencia clínica indica que esta aproximación terapéutica es favorable, sin embargo, futuros estudios de los fluidos intraoculares confirmarán o modificarán este tratamiento.
Existen otros antivirales como la trifluridina, pero el aciclovir es la droga de primera elección en los cuadros virales oculares que se producen en pacientes inmunocompetentes
Fuente: http://emiliododds.com/
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