ALGUNAS PAUTAS QUE PUEDEN AYUDAR
Imagen: una persona no vidente recibiendo ayuda
Si convive con ella, procure que las puertas y ventanas permanezcan totalmente abiertas o cerradas, informe de los cambios que se produzcan en la ubicación de los muebles.
No modifique su modo de hablar para evitar ciertas palabras y expresiones como "ciego" o "ver": hable naturalmente.
Cuando acompañe a una persona ciega, procure mantener conversación y avísele cuando se marche.
Para indicarle donde sentarse, lleve la mano de la persona ciega al respaldo del asiento, sabrá sentarse por sus propios medios.
Cuando entre o se retire de una habitación donde se encuentre una persona ciega, indique su presencia o anuncie su ausencia.
Si se encuentra con un conocido ciego o disminuido visual, debe presentarse por su nombre, no pretenda que adivine con quien habla.
Cuando se encuentre con una persona ciega en una parada de colectivos, pregúntele que línea desea tomar. Si ayuda a abordarlo, colóquele la mano sobre el pasamanos.
Señor conductor de transporte público: cuando un ciego descienda de su vehículo, cuide que no lo haga frente a un obstáculo ni lejos del cordón.
Si observa una persona ciega esperando un colectivo, pare y pregúntele si es ése el transporte que desea tomar.
La ceguera sólo impide ver. Una vida productiva e independiente, no depende de la visión.
La compasión aumenta la dificultad de la persona ciega. El trato igualitario la dignifica y ayuda a desenvolver su vida normalmente.
Los niños y adultos ciegos o disminuidos visuales, tienen el derrecho natural de igualdad de posibilidades educativas, laborales y de integración social.
Si una persona ciega acepta su ayuda, ofrezca siempre el brazo opuesto al que lleva el bastón, pues así, podrá seguir y realizar los mismos movimientos que usted.
Evite una solicitud excesiva, hable con naturalidad, ayude discretamente.
Cuando escuche el golpeteo del bastón de un ciego en una esquina, proponga ayuda para cruzar la calle, deténgase un mo¬mento junto al cordón de la vereda para indicar la presencia del mismo.
Jamás se dirija a una persona ciega por intermedio de otra persona, há¬galo normalmente y asegúrese que sepa que se dirige directa¬mente llamando a las personas por su nombre o tocándole el brazo.
Cuando se encuentre con una persona ciega, insinúe para acompa¬ñarle pero no insista.
Si un ciego le consulta una dirección, indique con precisión, si debe doblar a la derecha, izquierda o seguir en línea recta.
Para subir o bajar una escalera común, colóquele la mano sobre el pasamanos.
El bastón blanco no es sólo un símbolo de ceguera, utilizado con la técnica adecuada, permite a la persona ciega, su movilidad libre e independiente.
La rehabilitación devuelve a la persona ciega, la capacidad de desarrollar su vida activa e independiente.
La persona ciega sólo ha perdido un sentido: la vista, recuerde que conserva cuatro restantes y su capacidad intelectual.
Dijo Hellen Keller, poetisa ciega y sorda: "Lo que más lastima no es la ceguera, sino la actitud de las personas que ven".
TODA PERSONA CIEGA ES UN/A CIUDADANO/A PARTICIPANTE.
Aporte del Lic. Jorge Horacio Raíces Montero
Fuente: http://discapacidadrosario.blogspot.com/
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