El timo de las bayas del Goji
Imagen: Bayas del Goji
Efecto colateral de la crisis, la picaresca está haciendo su agosto con toda clase de productos milagro a costa de los cada vez más pobres y más ingenuos españoles.
Primero llegó la famosa pulserita de silicona, esa que gracias a unos hologramas que “reaccionan positivamente con el campo de energía del cuerpo”, nos brindan un estado de armonía y equilibrio semejante al que tuvimos antes de la llegada de la contaminación química, la comida rápida, la falta de ejercicio y el estrés. O al menos eso dicen.
Una vez recuperada esa potencia perdida, era necesario asegurarla a perpetuidad gracias a la ingesta de algún elixir de la eterna juventud. Y es aquí donde han aparecido las milagrosas bayas del Goji como el complemento alimenticio ideal, procedentes nada menos que del misterioso Tíbet y cuyas propiedades casi mágicas nos aseguran salud y longevidad. Afirma la nueva leyenda urbana que el Goji es un arbusto que crece en los valles del Himalaya, a unos 4.000 metros de altitud. También que sus frutos son el secreto de los Hunzas, conocidos por ser “el pueblo más sano y feliz de la Tierra”, cuyos ancianos llegan fácilmente a la edad de 130 años sin apenas un achaque.
Pero la realidad es muy diferente. A 4.000 metros de altura la vegetación es poco más que herbácea, incluso en el Himalaya, impropia para mantener los inmensos cultivos de bayas rojas capaces de inundar los mercados de medio mundo. Para colmo de males, la planta no tiene nada de silvestre, ni siquiera es autóctona. Es de origen mediterráneo, pariente de nuestros tomates, pimientos y berejenas, pues pertenece a la familia de las Solanáceas y son primas hermanas de nuestro cambrón (Lycium europaeum), ese arbusto espinoso común en las montañas de Almeria, Murcia y Alicante.
En realidad el Goji se cultiva en extensas plantaciones localizadas en el norte de China, especialmente en las fértiles tierras del río Amarillo. No son por tanto ni del Himalaya ni salvajes, y ni siquiera proceden de agricultura biológica.
¿Qué hay de sus efectos medicinales?
La supuesta lista de propiedades es inmensa, desde reducir el colesterol hasta ser un infalible afrodisiaco. Pero como ha explicado el director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada, Emilio Martínez de Victoria, las bayas del Goji no tienen ninguna propiedad beneficiosa probada en estudios científicos extensos de intervención clínica en humanos. Contienen los mismos nutrientes que las frutas y las verduras tradicionales, salvo ese importante efecto placebo que le añaden los nuevos pícaros y propagan los ingenuos.
¿Y tú qué piensas? ¿Las has probado? ¿Es un timo o es un milagro?
Fuente: http://blogs.20minutos.es/cronicaverde/2010/05/27/el-timo-de-las-bayas-del-goji/
3 comentarios:
Ni lo uno ni lo otro: ni milagro ni timo.
-Forman parte de un preparado fitoterápico usado para aumentar las células madre hematopoyéticas ("CMH"), y así, mejorar y acelerar la curación o mejora de muchaas enfermedades, ya que las CMH circulantes SANAS, obviamente, son como un ejército de reparaciones circulante por el organismo; el artículo del estudio sale en Diario Médico del 9 de abril de 2010 y está disponible su reseña en Internet.
-Lo del sexo es verdad, no sólo efecto placebo, y lo sé por experiencia propia: me reí de su supesta acción sexual (había probado dos plantas para las defensas que también se atribuyen esas propiedades y estaba casi igual de tranquilo que sin tomarlas), las tomé para ver si me ayudaban con las defensas y, al tercer día, ya estaba casi todo el día "de morcillón p'arriba" (perdón por la expresión), y así más de un mes y medio; me dio por tomar la mitad el resto del invierno y finalmente dejarlas porque "aquello no se relajaba del todo", y al segundo día ya pude "descansar".
-Al fin y al cabo, el grupo de plantas al que pertenece contiene muchos auténticos "alimentos-medicina" y, con la cantidad de vitaminas y antioxidantes que tienen estas bayas (como muchas otras bayas), beneficios en cantidad debe dar seguro.
- Sin no hay estudios que prueben (o nieguen) nada, habrá que hacerlos, ¿no? ¿O acaso se niega la posibilidad de probar algo, como al Bio-Bac, finalmente aprobado como suplemento alimenticio pero con otro nombre comercial, o como al matemático Bru y su tratamiento anticanceroso? ¿O como a la investigación de cómo y por qué es, y qué tratamientos puede generar, que dosis muy altas pero no tóxicas de vitamina C (ácido L-ascórbico) IMPIDAN la multiplicación del virus del SIDA, auténtica pandemia mundial y sobre todo en África? Ya sé que el penúltimo, el de Bru, puede tener efectos secundarios... Pero el peor de todos los efectos colaterales es el derrotismo con resultado de muerte innecesaria.
Salud y feliz fiesta.
RAFA MUY GRAFICO TU COMENTARIO!!
UN SALUDO!!!!
Sí, es que hay veces, demasiadas, en las que en temas científicos no se debate en serio, sino entre posturas extremas, cuando por ejemplo en la alimentación la gama de grises es bastante amplia. :-)
Un saludo y, bueno, no leí la respuesta en el correo y por eso el tardar tanto, casi cuatro años. :-D
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