La obstrucción lagrimal en el recién nacido es una falta de canalización en la vía lagrimal.¿Qué es la obstrucción del conducto lagrimal?
Se trata de una afección relativamente frecuente: hasta un 50% de los bebés presenta este problema.
Afortunadamente, el desarrollo del canal lagrimal se completa luego del nacimiento, y sólo en el 5% de los pacientes se observa este problema después de los 2 meses de vida.
Imagen: fotografia de un bebé
Este trastorno se llama dacrioestenosis u obstrucción del conducto lagrimal congénita (presente desde el nacimiento). Las lágrimas ayudan a limpiar y lubricar el ojo y son producidas en la glándula lagrimal que se encuentra debajo del hueso de la ceja. Las lágrimas de la glándula lagrimal ingresan al ojo a través de pequeños conductos ubicados en el párpado. Las lágrimas drenan a través de dos pequeños orificios en la esquina interior de los párpados, luego pasan a un conducto más grande que va desde el ojo hasta el interior de la nariz, llamado conducto nasolagrimal.
En algunos bebés, los orificios dentro del conducto nasolagrimal no se han formado correctamente. Esto produce una obstrucción y las lágrimas no tienen lugar por donde salir. La obstrucción del conducto lacrimal puede presentarse en un ojo o en ambos. La obstrucción puede ser constante o esporádica.
¿Cuáles son los síntomas de una obstrucción del conducto lagrimal?
Dado que los bebés no producen lágrimas hasta que tienen varias semanas de vida, es probable que no se descubra la obstrucción del conducto lacrimal en el nacimiento. A continuación se enumeran los síntomas más comunes de una obstrucción del conducto lacrimal. Sin embargo, cada niño puede sufrirlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
•lágrimas que se acumulan en la esquina del ojo del bebé
•lágrimas que corren por el párpado y la mejilla del bebé
•mucosidad o secreción amarillenta en el ojo
•enrojecimiento de la piel por el frotamiento
La obstrucción del conducto lagrimal puede observarse cuando el bebé llora, o cuando el tiempo está frío o ventoso, ya que las lágrimas son estimuladas. Los síntomas de una obstrucción de un conducto lacrimal pueden parecerse a los de otros trastornos o problemas médicos. Siempre consulte al médico de su hijo para obtener un diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica una obstrucción del conducto lagrimal?
La obstrucción del conducto lagrimal normalmente se diagnostica basándose en los antecedentes médicos completos y en un examen físico de su hijo. En general no se requieren exámenes adicionales para confirmar el diagnóstico.
Tratamiento de una obstrucción del conducto lagrimal:
El tratamiento específico de la obstrucción del conducto lagrimal será determinado por el médico del niño basándose en lo siguiente:
•la edad de su hijo, su estado general de salud y sus antecedentes médicos
•la gravedad del trastorno
•la tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
•las expectativas para la evolución del trastorno
El tratamiento más común para una obstrucción del conducto lagrimal consiste en masajear el conducto nasolagrimal dos a tres veces por día. El médico de su hijo le enseñará cómo hacerlo. Si hay síntomas de infección, es probable que se administren antibióticos, especialmente para colocar en el ojo. Afortunadamente, casi todas las obstrucciones de conductos lagrimales se curan espontáneamente y habitualmente antes de que el niño cumpla un año. Si el conducto sigue obstruido después de haber cumplido el año, el orificio del conducto puede ser agrandado con una pequeña sonda. Este procedimiento es efectivo en la mayoría de los casos, aunque puede llegar a ser necesario repetirlo. Muy pocos niños deben ser sometidos a cirugía para reparar un conducto lagrimal obstruido o anormal.
Fuente: www.childrenscentralcal.org/
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