Pero nunca viene mal una ayuda. En este caso, de la mano de Cruz Roja. Conchita es usuaria del servicio de teleasistencia. En el recibidor de su domicilio cuenta con un dispositivo telefónico conectado a un 'botón de alarma' que lleva prendido en la ropa. Si se siente mal, le ocurre algún percance o hay una emergencia mientras está sola en su domicilio, no tiene más que pulsar el botón que, automáticamente, llama al centro en el que, las 24 horas del día, el personal de Cruz Roja está listo para enviar la asistencia al domicilio si es necesario y, de paso, hablar con la persona para tranquilizarla mientras llega la ayuda. «Va a hacer ya dos años que puse el aparato y está muy bien, me encuentro muy segura», afirma.
«Me gusta Logroño, tengo muchísimas amistades, con las vecinas me llevo muy bien, igual que con las chicas de la peluquería que hay debajo de casa... y mi familia viene a visitarme», cuenta, a lo que añade que le gusta mucho «viajar, ir a Madrid. Pero tengo degeneración de mácula y este problema de la vista me resta mucho para ir de un sitio a otro».
«Hacerse fuerte»
Conchita reconoce que «vale mucho tener familiares aquí». En su caso, por el contrario, cree que «hay que hacerse fuerte». «Antes no era yo de luchas. No es que ahora sea valiente, pero la necesidad te hace así. Me he quedado sola, pero aquí nada de ponerme a llorar en el sillón», asegura. Para ella, la teleasistencia es «una maravilla. Yo soy muy precavida, a veces tengo miedo a caerme. Y con esto da mucha seguridad, sobre todo por la noche».
«Un ejemplo»
Precisamente, dos o tres veces al mes, una voluntaria de Cruz Roja, Elsa Prado, acude al domicilio de Conchita para comprobar que el dispositivo funciona correctamente y que ella se encuentra bien.
«Yo no paro, me gusta hacer cosas de casa, limpiar», comenta Conchita, que sólo tuvo que usar el colgante de Cruz Roja «una vez que me dejé las llaves dentro de casa».
El próximo año, la Consejería de Servicios Sociales del Gobierno de La Rioja implantará un nuevo modelo de teleasistencia, con dispositivos fijos y móviles que podrán controlar los movimientos de la persona, saber si se cae, si no se levanta de la cama, si toma la medicación... Para Conchita, «está bien todo lo que sea asistir rápido y bien». Ella, desde que instaló el dispositivo de Cruz Roja en su domicilio, se siente «más acompañada».
http://www.elcorreodigital.com/alava/20091115/rioja/acompanada-horas-20091115.html