Jornada
El acceso integral a la universidad:
la situación de las personas con discapacidad
visual.
La crónica que
compartimos fue elaborada en conjunto por los integrantes de la comisión
organizadora, conformada por representantes de la BAC (Biblioteca
Argentina para ciegos) y de la Asociación civil Tiflonexos, en este caso desde
la sede Buenos Aires del proyecto red Mate (Materiales y Apoyos
Tifloeducativos).
Más que retener la literalidad de las frases,
quisimos transmitir los conceptos y experiencias que se plasmaron tanto en los
paneles como en las preguntas y comentarios de todos los que nos
acompañaron.
sabemos que lo mejor siempre se escapa de las crónicas: son las
conversaciones que surgen, los planes que se inician o retoman, todo lo que
excede el papel o la pantalla.
Sin embargo, hay una saludable
dialéctica y la escritura nos permite recuperar algo de
eso.
Esperamos que esta crónica ayude a concretar futuros
encuentros y a propiciar los aportes y sugerencias tanto de quienes participaron
esta vez como de aquellos que no pudieron concurrir y se sienten interpelados
por la temática.
El sábado 23 de junio, de 10 a 14 horas, realizamos un
encuentro sobre universidad y discapacidad visual en la sede de la BAC.
L a
gama de perspectivas expuestas fue variada y enriquecedora.
Participaron
estudiantes, docentes y coordinadores de áreas de accesibilidad de diferentes
universidades nacionales: Universidad de Buenos Aires, Cuyo, Luján, General
Sarmiento, Quilmes, San Martín, entre otras.
Se abordó el estado actual del
acceso a la universidad para las personas con discapacidad visual: la
importancia de que se acompañe al estudiante desde los inicios del trayecto, la
producción y adaptación de materiales y la necesidad de fortalecer redes de
trabajo entre las universidades y las organizaciones no gubernamentales que nos
dedicamos a estos temas.
1. Presentación y contexto
Para comenzar, Carlos
García , secretario de la BAC , dio la bienvenida a los
asistentes.
Puso de relieve que tanto la BAC como
Tiflonexos están afiliadas a la FAICA (Federación Argentina de Instituciones de
Ciegos y Amblíopes). Ponderó que el compromiso institucional
sostiene y hace posible actividades como esta jornada.
Afirmó
que lo importante es que las organizaciones representativas constituyan una voz
unificada. Esto no quiere decir que se esté en un todo de acuerdo, sino que se
logre un consenso para aglutinar los intereses y necesidades de las personas con
discapacidad visual.
garcía comentó sobre las actividades y servicios que
brinda la BAC : esta organización fue fundada por personas ciegas y también por
personas con vista en 1924. Posee libros en braille y en audio, cuenta con un
servicio de apoyo educativo y una juegoteca, entre
otros.
A continuación, se refirió a algunos antecedentes
históricos , ya que sin conocer la historia no vamos a construir
un futuro perdurable que nos incluya a todos.
Mencionó la creación del sistema braille en el siglo XIX.
Hasta ese momento las personas ciegas adineradas recibían instrucción a través
de la oralidad, y quienes no estaban en condiciones económicas de afrontar la
situación quedaban marginados de la sociedad.
El Sistema Braille se introdujo paulatinamente hasta
hacerse universal y llegó a la Argentina en 1885. Luego se crearon las escuelas
de educación especial para ciegos.
En 1927, desde el Ministerio de Instrucción
Pública, se reglamentó el acceso de las personas ciegas al secundario. Si bien
el correspondiente decreto las eximía del cursado de matemática y física, lo
cual fue un error, tenía un espíritu muy
progresista.
En los años 50 se graduaron los primeros abogados ciegos,
sin los recursos tecnológicos de que se dispone en la
actualidad.
Ahora, las personas con discapacidad visual, gracias al
Braille, a los libros en audio, y a los lectores de pantalla, pueden cursar los
estudios universitarios, graduarse y ejercer su profesión.
Concluyó
enfatizando que una tarea que nos concierne es poder articular los
recursos de parte de los diversos actores que intervenimos en esto: tanto desde
las instituciones que representamos a las personas con discapacidad visual, como
de las universidades y desde las bibliotecas que se encargan de producir
materiales adaptados para crear un entorno favorable.
Posteriormente, Matías
Ferreyra, de la Red Mate , comentó sobre los objetivos de este proyecto:
La
Red Mate nace en 2008 y comienza a funcionar en 2009. cuenta con tres sedes:
Buenos Aires, en Tiflonexos; córdoba, en la Facultad de Ciencias de la
Información de la Universidad Nacional de Córdoba, y Montevideo, en la Unión de
Ciegos del Uruguay.
El propósito es cubrir las distintas necesidades de las
personas con discapacidad visual a nivel educativo. Surge a partir de un
diagnóstico que focaliza en el porcentaje de estudiantes con discapacidad visual
que abandonan la secundaria o la universidad, y que es mucho mayor que el
porcentaje de estudiantes sin discapacidad que están en esa situación).
Desde
la Red Mate se trabaja en tres niveles: digitalización de bibliografía en
formatos accesibles, capacitación en tecnología y finalmente un
área de empoderamiento, que pretende que los propios
estudiantes dinamicen el proyecto a través de actividades como los talleres en
escuelas comunes.
Ferreyra sostuvo: “lo que buscamos es hacer un estado de
la cuestión y trabajar en conjunto con las universidades. lo que intentamos con
esta jornada es promover nuevas estrategias de
inclusión”.
Por su parte, Gonzalo Román, de la Red Mate , enmarcó la
jornada en el ámbito legal y jurídico. Leyó un pasaje del artículo 24 de la
Convención sobre los Derechos de las personas con Discapacidad, promulgada por
Naciones Unidas, con especial atención al inciso
5º:
Los Estados Partes asegurarán que las personas con
discapacidad tengan acceso general a la educación superior, la formación
profesional, la educación para adultos y el aprendizaje durante toda la vida sin
discriminación y en igualdad de condiciones con las demás. A tal fin, los
Estados Partes asegurarán que se realicen ajustes razonables para las personas
con discapacidad.
Román puso de manifiesto que se deben llevar a la práctica
estos principios, ya que el empoderamiento es fundamental para
nuestro colectivo.
Subrayó los ejes antes señalados de la red Mate y el
emprendimiento de la revista Braille Joven, de la BAC , que tiene una sección
titulada: ¿y si participamos?
Sostuvo que no es fácil participar si no
conocemos a quienes tenemos alrededor, sobre todo para una persona con
discapacidad, ya que en una nueva etapa de la vida como es la universidad
siempre está el miedo a lo desconocido. Por eso necesitamos herramientas que nos
permitan desenvolvernos bien.
Lo importante es interactuar y
articular.
2. Panelistas
Mirta Iakylevich: Coordinadora del programa
de Discapacidad del CBC (Prodisuba) de la Universidad de Buenos Aires
Señaló
que este programa se creó en 2005 y ella trabaja allí desde
2008.
El programa engloba todas las discapacidades, y ella se
ocupa específicamente del área de discapacidad visual.
Expresó que antes de
la creación del Prodisuba, los alumnos con discapacidad entraban a la
universidad y se encontraban con dificultades que se salvaban de acuerdo a las
oportunidades y circunstancias. Por eso desde la UBA se decidió armar una
comisión de universidad y discapacidad, y específicamente desde el cbc se creó
una comisión de trabajo en el ámbito de la Secretaría de Bienestar Estudiantil,
con el objetivo de equiparar las oportunidades para los ingresantes y que se
haga extensivo a quienes aún no entraron al CBC.
Apuntó tres ejes básicos del
Prodisuba: recopilar información de los alumnos ingresantes, trabajar con los
docentes y no docentes (especialmente con el área administrativa) y generar
tutorías para hacer un acompañamiento más exhaustivo e
individualizado.
Mencionó las siguientes realizaciones:
actualmente en
el cuadernillo de inscripción hay un apartado donde los ingresantes pueden
responder preguntas sobre su tipo de discapacidad, de modo que la
universidad recaba los datos y desde el programa es factible acompañar a los
alumnos que así lo decidan.
Los docentes pueden informar al programa sobre
sus alumnos con discapacidad y a su vez reciben cursos de capacitación, lo mismo
que los no docentes.
También resulta interesante el hecho de
que el Prodisuba concurre a las escuelas secundarias para que los
futuros ingresantes al CBC conozcan de qué se trata.
Una de las funciones, ya
dentro del CBC, es consensuar con los docentes y alumnos la forma de
evaluación:
el examen puede ser entregado al alumno, contestado y transcripto
en braille, tomarse de forma oral o bien que el alumno lo escriba en la
computadora y luego se imprima en tinta.
Iakylevich informó que existen intérpretes de lengua de
señas en las dos materias comunes a todas las carreras: Sociedad y Estado y
Pensamiento Científico, lo que constituye un avance.
También se presta ayuda
a los alumnos con baja visión.
Entre los proyectos que esperan su pronta
implementación, señaló que se está realizando un relevamiento de las sedes del
CBC para contar con señalética en braille y que las personas con discapacidad
visual nos manejemos con autonomía; también indicó que se está trabajando para
dar un paso importante y abrir un centro de digitalización de materiales,
incorporándose así a la Red
Mate.
Enfatiz ó que se procura que los docentes no teman al enviar las
ediciones de sus libros a fin de que puedan ser leídos por los
alumnos con discapacidad
visual.
Matías Ferreyra, esta vez como estudiante de Ciencias
Políticas de la Universidad Nacional de general Sarmiento, detalló cómo funciona
dicha casa de estudios en materia de acceso para las personas con discapacidad
visual.
Ponderó el trabajo articulado entre el área de servicios a la
discapacidad, coordinada por Gustavo Goyochea, quien es persona ciega, la
comisión de discapacidad y las unidades
académicas.
La UNGS posee un centro de producción de materiales que cuenta
con personal asalariado, de manera que está incluido dentro del presupuesto de
la universidad.
El hecho de que este proceso se haya institucionalizado da
seguridad no sólo a los propios trabajadores del área sino también a todas las
instancias académicas y a los estudiantes, que son en definitiva quienes
necesitan y se benefician de esta labor.
Ferreyra explicó que la
universidad es menos masiva que otras y las cátedras y la bibliografía se
mantienen relativamente estables. Se trata de características que facilitan que
el estudiante disponga con antelación del material digitalizado.
Para
lograrlo, antes de que finalice cada semestre se le consulta al estudiante qué
materias cursará el próximo, y así se realiza la planificación. Si el estudiante
elige anotarse en otras materias que no indicó previamente, se le avisa que el
material no estará digitalizado con la anticipación prevista debido a esta
circunstancia.
En síntesis, el trabajo que lleva
a cabo esta universidad resulta eficaz debido a la articulación de los distintos
actores que intervienen para que el estudiante pueda cursar en las mejores
condiciones posibles.
Daniel comandé, director de la Biblioteca de
la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA , destacó: “El problema central de la
inclusión de las personas con discapacidad visual en la educación superior es la
falta de accesibilidad de las bibliotecas<”. En ese sentido, consideró que en
la actualidad las bibliotecas universitarias están atravesando un mal momento
porque “fracasaron en mostrarse como mejores opciones que Internet o las
fotocopias”.
Comandé advirtió que esta situación se debe
a una “falta de política pública respecto de las bibliotecas en general en todo
el país”. Por este motivo, cada biblioteca intenta solucionar su problema como
puede, pero de manera aislada. En el caso de la Facultad de Ciencias Sociales de
la UBA , se firmó un convenio con la Asociación Civil Tiflonexos mediante el
cual se instaló una computadora adaptada en la biblioteca de la facultad para
los estudiantes ciegos.
Sin embargo, se mostró optimista al mencionar que la red
Interuniversitaria de Bibliotecas incorporó entre sus ejes temáticos la
accesibilidad para las personas con discapacidad. “Aunque es un trabajo lento,
puede ser una gran oportunidad”, destacó.
Pablo Lecuona, presidente de
Tiflonexos, hizo una recapitulación del surgimiento de esta Asociación civil. En
1999 un grupo de personas ciegas formó Tiflolibros, la primera biblioteca para
personas ciegas a nivel mundial. El proyecto se concretó gracias a la
posibilidad que brindan las nuevas tecnologías de compartir materiales y
recursos a bajo costo, ya destinados a una institución o a un usuario. Pero no
se hubiera plasmado de no ser por el trabajo en red, por la
creación de nexos, puesto que la tecnología en sí misma no resuelve nada y
tampoco lo hace cada usuario tomado
aisladamente.
Tiflolibros es un proyecto de Tiflonexos, al igual que la
Red Mate , que busca aportar soluciones para el acceso a la lectura de las
personas con discapacidad visual.
La Red Mate se creó a partir de una
actividad impulsada por la Unión latinoamericana de Ciegos (ULAC), que puso en
común el diagnóstico sobre la marcha de la educación en cuatro países:
argentina, Uruguay, Bolivia y Venezuela. Las cifras muestran que mientras el
porcentaje de personas que abandonan la escuela secundaria entre los que ven es
del 30%, entre las personas ciegas aumenta al 70%. De ahí la necesidad de
modificar esta situación.
Cada centro de producción de la Red Mate busca
digitalizar el material y compartirlo con usuarios e instituciones.
Lecuona
expresó que se deben generar políticas a nivel institucional dentro de las
universidades, para que los esfuerzos aislados se conviertan en trabajo
conjunto.
Consideró que lo hecho por la UNGS es una muestra importante,
porque incluye dentro de su estructura y de su presupuesto un espacio para
personas con discapacidad.
Manifestó que es valiosa la conexión entre los distintos
espacios específicos dentro de la universidad (bibliotecas, comisiones,
secretaría de bienestar estudiantil, secretaría de extensión, asuntos
académicos, etc) y también la vinculación hacia afuera con otros actores, para
aprovechar y a la vez aportar recursos.
Es fundamental trabajar de forma
articulada para prever la demanda del estudiante y planificar la digitalización
que permita la igualdad de condiciones en la cursada de cada
materia.
Lecuona señaló que lamentablemente a veces cuesta generar
estas redes internamente dentro de las universidades, y en otros casos es
difícil hacerlo entre las universidades y las ONGs.
Explicó que es
cierto que la Ley de educación superior da a las universidades la
responsabilidad de crear áreas específicas, pero es esta misma
situación la que genera las dificultades para promover redes hacia fuera de esos
ámbitos.
En países como el nuestro, siempre tendremos muchas
necesidades y pocos recursos; por eso es vital que los recursos rindan más,
evitando los esfuerzos por separado.
Muchas veces se dan procesos poco eficientes:
el autor
escribe un libro, luego se scannea en la universidad y se le proporciona al
estudiante, cuando lo que hay que buscar es que las editoriales den el libro
directamente digitalizado, y esto ya lo prevé la ley de propiedad
intelectual.
Hay una herramienta legal que nos permite realizar un trabajo
más fuerte con las editoriales y autores; al mismo tiempo la
tecnología brinda grandes oportunidades de producir el material para que llegue
en distintos soportes en la forma en que el estudiante lo necesita.
en tal
sentido, Lecuona destacó la labor desarrollada dentro del programa
Conectar Igualdad: las herramientas de software libre y la capacitación en su
manejo.
En este marco, es posible que los principios que prioriza
la convención y que firmó nuestro país dejen de ser frases hechas que se
repiten, y en cambio incidan en la realidad cotidiana.
3. Preguntas,
reflexiones y conclusiones
Luego del panel, Matías Ferreyra y Andrea Grassia
(prosecretaria de la BAC ) dieron lugar a las intervenciones del público.
Las
palabras fluyeron y todos quedamos envueltos en la vertiginosa
corriente que se arremolina con cada pregunta y cada respuesta
.
Acentuamos algunos temas:
La necesidad de que se profundicen las
tutorías y de acercar al alumno al espacio educativo en sentido amplio. No sólo
hay que considerar la relación con los profesores sino con sus propios
compañeros.
Debe incentivarse con fuerza una campaña en el ámbito educativo
para que no se subrayen los libros, problema que lamentablemente está muy
extendido, como aclara Daniel Comandé.
Resulta difícil detectar los
subrayados cuando los bibliotecarios reciben los libros mientras atienden a más
usuarios y realizan otras tareas.
De lo que se trata es de
crear conciencia en el lector, que se relaciona directamente con la conciencia
que el docente genera en los alumnos acerca de el valor de las bibliotecas y de
lo público en general.
Hay que profundizar el conocimiento de la ley de
propiedad intelectual nº 26.285 por parte de las editoriales, los autores y los
docentes, para remover progresivamente los prejuicios y temores acerca de que el
acceso de la población con discapacidad visual a los libros provocará un
boomerang que favorecerá la proliferación de copias ilegales.
Al respecto
Pablo Lecuona se explaya sobre las ventajas de la ley argentina y
la discusión a nivel mundial acerca de la propuesta de tratado formulada
por la Unión Mundial de Ciegos y presentada en la Organización Mundial de la
Propiedad Intelectual (OMPI) que establece las excepciones y
limitaciones de derechos de autor para personas con discapacidad visual y otras
que presentan análogas dificultades para el acceso a la lectura.
Actualmente
la propuesta está patrocinada por Brasil, México, Ecuador, Paraguay y
Argentina.
Lecuona también detalla las crecientes opciones de acceso a a los
eBooks en línea para las personas con discapacidad visual y la lucha de las
asociaciones que representan a este colectivo en los Estados Unidos.
Se
identifica la importancia de diferenciar y especificar las adaptaciones que
requieren las personas ciegas, por un lado, y las que tienen baja visión, por
otro.
Concluimos en que lo más provechoso es fomentar el trabajo en red, y
que cada actor que promueva el acceso integral a la universidad, y en general al
ámbito educativo, no descuide la problemática específica que le atañe, y a la
vez se abra a la colaboración proveniente de los espacios
externos.