Perla Mayo, presidenta de la Asociación Latinoamericana de Baja Visión: El Derecho a Ver, señaló que a las personas que padecen una baja visión “no se les puede sentenciar a la ceguera”.
Mientras que en México se estima que hay alrededor de dos millones de personas con baja visión, circunstancia que les impide realizar sus tareas cotidianas, llevar una vida independiente, condición que limita su desarrollo laboral y social.
“Con esta magnitud de casos se crea una necesidad de abrir centros de baja visión, el envejecimiento es una de las principales causas de baja visión, es la degeneración macular y la causa de la pérdida de la visión en las personas mayores”, apuntó.
Y es que a través de diversos trabajos de rehabilitación junto con acciones de un grupo multidisciplinario, sistemas electrónicos, sistemas de baja visión y telescópicos se puede lograr que esta persona vuelvan a ver.
Detalló que cada tratamiento es individual y antes de emitir un diagnóstico que permita la atención se debe analizar la patología, el sexo, el entorno social y la edad de cada paciente.
En este sentido Perla Mayo recomendó que entre las acciones que se deben tomar es aprender qué es la Degeneración Macular, encontrar el doctor adecuado para el diagnóstico, recibir el tratamiento para el mal, así como la detención temprana que incluya la rehabilitación y continuar con el tratamiento.
La presidenta de la Asociación Latinoamericana de Baja Visión: El Derecho a Ver, señaló que para la sociedad el “bastón blanco” significa ceguera, sin embargo no puede diferenciar que existen personas que tiene visión baja.
Por lo que a través de un “bastón verde” se difunde el mensaje que hay gente que ve poco y que tiene derecho a ver.
“La idea es que la baja visión se difunda, que la baja visión se haga ver”, dijo.
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