Estudiante universitaria y activista es un ejemplo de vida
Imagen: persona ciega con su baston caminando
Paulina tiene 20 años y por una negligencia médica quedó ciega a los pocos días de haber nacido, pero su discapacidad no le ha impedido destacar y alcanzar las metas que se fija ni desarrollarse igual o mejor que cualquier joven de su edad.
Asistió a escuelas regulares donde tuvo que poner todo su empeño y hacer uso de la memoria, por lo que actualmente cursa el cuarto semestre de la carrera de Leyes además de que estudió a distancia en la UNAM y desde los primeros días del 2012 se independizará al vivir sola con un perro guía que están por entregarle.
Es autora de un proyecto para la creación de una audioteca que se entregaría a personas invidentes, por lo que se registró como asociación civil para gestionar recursos y concretar su plan, es consejera de la Procuraduría de los Derechos Humanos y participa en el Copladem y en el Comité de Juventud y Discapacidad.
Sin barreras que la frenen, planea cambiar su residencia al Distrito Federal donde estudiará la carrera de sociología, formación que, considera, le permitirá servir a la comunidad, uno de sus intereses más importantes en la vida, y describe parte de sus proyectos.
“Siento que el hecho de ser una persona con discapacidad es una oportunidad muy grande para mí porque me permitió ver el mundo de una manera distinta a la mayoría de las personas, y quizá, obviamente no estoy segura porque no viví años sin discapacidad, pero yo pienso que esto me hizo ser diferente y me hizo ser diferente en cuanto a mi forma de pensar”, expresó.
Su madre, Silvia Ochoa, recordó que Paulina nació prematura por lo que tuvo que recibir oxígeno, pero un exceso en el suministro le provocó desprendimiento de las retinas que la dejaron con debilidad visual y luego perdió totalmente la vista.
Al principio la niña acudió a una escuela para ciegos donde aprendió el sistema Braille, de ahí que cuando ingresó a un plantel de gobierno ya sabía leer y pudo incorporarse, aunque con algunos obstáculos que le pusieron sus compañeros, los únicos que ha conocido y que superó completamente.
“Yo creo que sí me dolió pero lo acepté, no renegué ni mucho menos, yo lo único que le pedía muchísimo a la virgen que me ayudara, que me diera fortaleza y me guiara para poder guiarla, que me diera sabiduría para saberla guiar”, comentó.
Amante de la música estudiaba piano y canto y practicaba natación, por lo que acudió a la secundaria abierta, para tener tiempo suficiente para todas sus actividades.
Carlos Rafael Rodríguez González, asesor internacional del Programa de Perros Guías del Club de Leones en Mexicali, explicó que el perro que se entregará a Paulina es el tercero que se destinará a personas invidentes en Tijuana.
Detalló que la entrega de perros guía es un proceso complicado ya que el programa Leader Dog designa un promedio de 300 animales cada mes para todo el mundo, de ahí que se hace una selección cuidadosa de los candidatos a recibirlos pues deben contar con una serie de requisitos que van desde capacitación hasta vocación.
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