La
optometría comportamental también conocida como neuro-optometría busca la
mejora del potencial humano focalizándose en reentrenar el cerebro y la visión.
Pilar Vergara es uno de los referentes españoles de esta disciplina. Además es
secretaria de SIODEC, Sociedad Internacional de Optometría del Desarrollo y
Comportamiento, entidad que se encarga de difundir los beneficios de esta
disciplina y agrupar a los profesionales que se dedican a ésta.
-¿Qué
hace diferente a la optometría comportamental de las técnicas clásicas?
Desde la
neuro-optometría trabajamos con el cerebro, con la visión y no la vista. Para
ello reentrenamos al cerebro combinando diversos tratamientos como lentes
especiales, filtros y la terapia visual que es nuestra principal herramienta.
También aplicamos fototerapia syntonics, una disciplina donde utilizamos
distintas frecuencias de luz para realizar modificaciones en el sistema visual.
Es un tratamiento neurofuncional. Con estas terapias podemos hacer conexiones
nuevas en nuestro cerebro y modificarlo para mejorar y potenciar la visión de
las personas.
-¿Ante
qué situaciones es efectiva?
Dificultades
de aprendizaje, esta es una de las áreas principales, ambliopías, lo que se conoce
como ojo vago, estrabismos, visión deportiva, traumatismos craneoencefálicos
post traumáticos, problemas causados por el uso de ordenadores, etc.
-¿Cómo y
a partir de qué edad debemos controlar nuestra visión?
La visión
se debe de controlar desde los primeros meses de vida y desde luego antes de
los dos años todos los niños deberían de haber pasado un examen completo de su
visión. Los optometristas comportamentales o neuro-optometristas realizamos
evaluaciones desde los 6 meses en adelante y si encontramos la mínima sospecha
de alguna patología lo remitimos al oftalmólogo. Nuestro campo es muy diferente
al del oftalmólogo, nosotros detectamos en ojos sanos posibles disfunciones en
distintas habilidades visuales como la coordinación entre los dos ojos, los
movimientos oculares relacionados con la lectura y el deporte: el enfoque,
especialmente de cerca y problemas de procesamiento visual. Por ejemplo, la
mayor parte de los niños que tratamos por problemas de visión relacionados con
problemas de aprendizaje tienen una vista del 100%. Lo cual hace que si no se
le realiza un examen neurofuncional completo, sus problemas de visión, que no
de vista, pasen desapercibidos. Es triste saber cuántos niños hay en las aulas
con este tipo de problemas sin diagnosticar o mal diagnosticados. Son niños con
inteligencias normales e incluso superiores, pero que ni siquiera pueden leer
bien o atender adecuadamente por problemas visuales que tienen una relativa
fácil solución. Por eso me dedico tanto a la divulgación, ya que es necesario
que la gente lo conozca, tanto los profesionales como los profesores,
psicólogos, logopedas, pediatras, etc.
-Y dentro
de esa divulgación usted ha publicado dos libros…
Efectivamente,
el primero se titula Tanta inteligencia, tan poco rendimiento va por la cuarta
edición y está en español, portugués, y en breve en inglés e italiano. Es un
libro muy sencillo para padres y educadores donde explico la relación ente la
visión y los problemas de aprendizaje, algo muy desconocido. Estudios de los
Estados Unidos han demostrado que hasta un 74% de los niños con problemas de
aprendizaje tiene de forma principal o secundaria problemas visuales. Hay que
tener encuentra que ¡el 70% de la información que entra a nuestro cerebro es
visual!, y cada día este porcentaje es mayor por el uso de los dispositivos,
móviles, etc.
-Y el
segundo es Estrabismo y ojo vago. Mitos, leyendas y verdades.
Es otro
libro de divulgación con una sólida base científica, 219 referencias y mención
casos reales, escrito con un lenguaje muy sencillo para que cualquier persona
pueda entender que quiere decir tener una ambliopía u ojo vago y un estrabismo.
Es un libro que era necesario escribir para mostrar a la gente todo lo que se
ha avanzado en este campo y que puedan tener más información para elegir el
tipo de tratamiento que quieren hacer a sus hijos.
-¿Cuáles
son las causas principales del ojo vago?
Las
principales causas son la diferencia de graduación entre un ojo y otro y el
estrabismo, aunque hay otras no tan frecuentes. Estamos hablando de ojos sanos.
Son problemas en la función visual. Es decir, en la comunicación ojos-cerebro.
Dicho de otro modo, su hardware está bien pero no el software y por eso no
funcionan bien. Si cambiamos el software podemos hacer que le ojo funcione
mucho mejor.
-¿Es el
estrabismo y la ambliopía sólo tratable a edades tempranas?
No. Este
es uno de los mitos de los que hablo en mi libro y que está sobradamente
demostrado por la ciencia. Gracias al a plasticidad cerebral, no hay edad para
tratar ni la ambliopía ni el estrabismo. Aunque se sigue diciendo que no se
puede tratar después de los 7-8 años, pero no es cierto. Sin embargo a mayor
edad lleva más tiempo cambiarlo.
-¿Por qué
no defiende el uso del parche para el ojo vago?
Son
métodos muy agresivos y con no mucha eficacia y si no hubiera otra manera como
ha pasado hasta hace relativamente poco, no quedaría otro remedio. Pero la
ciencia ha avanzado. ¡El parche es el método que se lleva utilizando desde los
últimos 300 años! Es un método desfasado como único tratamiento. Hay métodos en
este momento mucho menos agresivos y más eficaces que venimos utilizando en la
optometría comportamental desde hace muchos años pero que en estos últimos
hemos ido perfeccionando más gracias a las investigaciones científicas que nos
han mostrado el camino a seguir. Junto con el Dr. Robert Sanet –referente
mundial en la optometría comportamental–, llevamos más de 5 años desarrollando
un protocolo de trabajo que estamos enseñando a nuestros alumnos de España y de
otros países con muy buenos resultados. En mucho a casos no utilizamos nada el
parche sino otros métodos de trabajo, otras herramientas. Afortunadamente para
los niños y sus familias la era del parche para curar el ojo vago ha llegado a
su fin.
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