Actualmente existen en el mercado numerosos sistemas de mantenimiento y limpieza para las lentes de contacto, pero entre tanta variedad… ¿qué se debe utilizar en cada caso?
En función del tipo de lentilla, ya sea lente blanda o rígida, el sistema de mantenimiento será distinto, existiendo diferentes opciones a su vez.
- Usuario de lentes blandas. La mayoría de los usuarios. Disponen básicamente de dos opciones: soluciones únicas o peróxidos. A la mayoría de ellos se les suelen prescribir soluciones únicas, especialmente si utilizan lentes de reemplazo frecuente, ya que con ellas pueden aclarar, limpiar, desinfectar y conservar las lentes de contacto con una sola botella. Cada marca crea sus propias formulaciones y da unas instrucciones distintas para el uso de la solución de mantenimiento, por lo que aunque pueda parecer que todas son iguales, no es así, por ello siempre se debe consultar el prospecto y seguir las indicaciones en cada caso. Los peróxidos están indicados para aquellas personas con ojos sensibles o requieren una limpieza y desinfección más eficaz. La solución de peróxido siempre debe neutralizarse mediante pastillas o disco de platino antes de utilizar las lentes. El usuario puede además complementar la limpieza aclarando con solución salina. El estuche portalentes será distinto si se utiliza solución única o peróxido.
- Usuario de lentes rígidas. El mantenimiento de sus lentillas puede realizarlo con soluciones únicas de forma similar al usuario de lentes blandas, añadiendo que para completar la limpieza froten y aclaren las lentes con la misma solución única. Sin embargo, a la mayoría de ellos se les recomienda el uso de limpiador y acondicionador por separado. Con el limpiador se eliminan suciedad y depósitos de las lentes de contacto. Con el acondicionador conseguimos que la lente se humecte se haga confortable al ojo. Como norma general, los fabricantes de lentes de contacto rígidas disponen también de productos de limpieza específicos para sus lentes, ya que hay algunos limpiadores que contienen micropartículas que pulen la superficie de las lentillas, pero en cambio pueden deteriorar el tratamiento de superficie de algunas otras. Por ello, es apropiado utilizar el mantenimiento que dicte el fabricante para conseguir que la lente se mantenga en el mejor estado posible durante más tiempo.
Que un usuario de lentes de contacto esté satisfecho y cómodo con sus lentillas depende en gran medida de la limpieza y mantenimiento que éste haga de las mismas. Hoy en día existen soluciones de última generación que respetan más que nunca la biología de nuestros ojos.
FUENTE: Instituto de la Visión OFTALMO VISUAL
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