Científicos argentinos habrían logrado obtener células precursoras de la retina a partir de células madre adultas provenientes del tejido adiposo y advirtieron que el avance puede constituir una alternativa para las personas que padecen degeneración macular asociada a la edad, entre otras enfermedades. Hasta ahora, se trata de un estudio experimental con dos mejoras frente a otros desarrollos: las células que se utilizarían son las del propio paciente y el resultado sería una célula madre diferenciada, del tipo específico de las células de la retina.
“Se trata de un avance que esperamos pueda transformarse a futuro en una alternativa para los millones de personas que hoy padecen ceguera, vinculadas con alteraciones de la retina o nervio óptico. Para dimensionarlo basta con pensar que el 70 por ciento de los casos de ceguera en adultos se da por esta causa, y hasta el momento no tienen tratamiento alguno”, destacó Gustavo Moviglia, director del Centro de Investigación en Ingeniería de Tejidos y Terapias Celulares (Ciitt), de la Universidad Maimónides, a cargo del equipo de científicos.
El grupo estuvo integrado, además, por el jefe de Patología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y miembro Asociado del Ciitt, Nahuel Blasetti, y el profesor adjunto de la Cátedra de Oftalmología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y miembro Asociado del Ciitt, David Pelayes.
Por su parte, Pelayes explicó en diálogo con Página/12 que se trata de un “estudio experimental del que no hay evidencia en humanos, aunque sí tiene posibilidades”. “El estudio abre las puertas para experimentar con animales y representa un adelanto fundamental. Por ejemplo, el National Eye Institute de los Estados Unidos tiene estudios en fase tres, es decir que se aplican a humanos, con células madre embrionarias con todos los problemas éticos, morales y religiosos que traen, además de que pueden generar tumores por el rechazo del organismo al pertenecer a otra persona. Este tratamiento, en cambio, utilizaría las células del propio paciente, con lo cual se trataría de un injerto y no un trasplante.”
En tanto, la otra innovación del estudio radica en que las células madre serían diferenciadas, del tipo específico de las células de la retina. “Una vez que se obtienen las células del tejido graso se hace un cultivo con linfocitos previamente estimulados con células retinales y se obtienen las células progenitoras retinales. De esta forma, cuando se inyecte la célula madre diferenciada seguirá el camino de las células de la retina, su estructura, y no la de las del bazo.”
En este sentido, Pelayes fue convocado a participar de una serie de conferencias sobre células madre retinales en el Instituto Karolinska, de Estocolmo, cuyo comité designa los Premios Nobel de Medicina. Ese país comenzará el año que viene con un protocolo sobre humanos con células embrionarias.
El estudio, publicado en la revista especializada Ophthalmical Research, también mostró que gracias a la técnica empleada, el gran potencial que se abre es la reducción drástica en el tiempo de incubación de las células progenitoras de la retina, pasando de un período de entre dos a cuatro semanas a tan solo un día. El hallazgo además abre posibilidades laborales muy promisorias para la comunidad médica ya que, al mismo tiempo, se reducen los costos con lo que se podrían eventualmente masificar los futuros tratamientos.
“Es un gran orgullo haber podido realizar este descubrimiento en el país y con colegas argentinos que trabajan en Argentina”, opinó el director científico Moviglia, y dijo que la investigación “pone a la medicina argentina a la vanguardia mundial en el ámbito de la investigación”.
El Ministerio de Salud de la Nación comenzó en julio un relevamiento para conocer el estado de salud visual de los mayores de 50 años, franja en la que se produce más del 80 por ciento de los casos de ceguera.
El estudio “Evaluación Rápida de la Ceguera Evitable” comprenderá a 4500 personas en 82 ciudades del país.
La cartera reportó el 8 de julio que a partir de la investigación se determinará las prevalencias de ceguera, deficiencia visual severa y moderada y baja visión.
Fuente: Diario Página 12, sección Sociedad, publicación el 09/10/2013.
Autora: María Julieta Rumi.
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